Santiago de Chile, Domingo 28 de Abril de 2002

SISTEMA DE TRUEQUE:
La nueva moneda de La Araucanía

Iván Enrique Fredes

IVÁN ENRIQUE FREDES

TEMUCO.- Uberlinda Paillalef (52 años), dueña de casa de la comunidad indígena Entuco, en Padre Las Casas, vendió en la última feria frascos de pastas de ají cacho de cabra, bolsitas de merkén (el ají mapuche), porotos y lentejas.

A cambio, no recibió dinero, pero ella igual quedó feliz.

Cómo lo hicieron sus eventuales compradores: le entregaron unos "créditos" o tickets, especies de billetes que sólo tienen validez en las comunidades o clubes de trueques, que han comenzado a funcionar en la Región de la Araucanía.

Los frascos de pasta de ají cacho de cabra los transó a tres "créditos", las bolsitas de merkén, a 1/2 "crédito"; los porotos y lentejas, a un "crédito" el kilo.

La señora Paillalef reunió suficientes "créditos" para elegir y comprar productos de otros vendedores, como cojines de género (tres "créditos"), bandejas de huevos (cinco "créditos") o pasta de rosa mosqueta para hacer mermeladas (tres "créditos" el litro). También ahorró parte de lo obtenido en media tarde de la concurrida feria.

Así es el ritual de los mercados o ferias del trueque que comienzan a expandir su presencia en la región. Allí, todos quedan contentos, porque valoran el fruto de su trabajo y obtienen productos a buen precio.

Las ferias o mercados de trueque se realizan en recintos cerrados (gimnasios, sedes vecinales o escuelas) en los cuales está prohibido terminantemente usar dinero. Los asociados sólo pueden vender o comprar empleando "créditos" (cada uno equivale a $ 300) y los hay de 1/2, 1, 2, 5 y 10 "créditos".

Cada socio del club debe pagar, por una vez, la cantidad de $ 800 y el llamado "Banco del Trueque", que administra el sistema, le entrega tickets por 50 créditos (equivalentes a $ 15.000), con los cuales debe trocar (vender o comprar) bajo el concepto de "prosumidor" (productor-consumidor).

Las ferias se realizan una vez a la semana. Allí se pueden vender no sólo los productos fabricados en el hogar, sino cualquier artículo, desde ropa usada, alimentos, artesanías hasta artefactos eléctricos. Aunque parezca un juego parecido a la popular Gran Ciudad, para los socios, en su mayoría de escasos recursos, es una alternativa seria, real y práctica, que resuelve sus necesidades básicas e incentiva la capacidad emprendedora.

Alta participación

"La mayoría llega con los productos y regresa a la casa con alimentos", cuenta Rosa Padilla (35), casada, cuatro hijos, que confecciona cojines de satín y brujitas con la técnica soft, productos que gracias al intercambio de los créditos los convierte en verduras, mermeladas, huevos y legumbres.

Unas 500 personas participan cada semana en estos mercados de trueque. Y el interés crece al ganar popularidad el sistema.

Importación no tradicional

La experiencia del trueque en Chile comenzó en marzo último, en Temuco. Fue fruto de un convenio suscrito entre las ONG local "Gente Expresa" y la argentina "Red Global del Trueque Solidario".

Los trasandinos, que lideran la iniciativa a nivel mundial, prestan la asesoría técnica en el sistema de intercambio y su contraparte hace lo mismo, pero en liderazgo y capacidad emprendedora.

Los tickets o créditos usados tanto en Chile como Argentina son impresos por el Banco Social de la ONG "Par" (Programa de Autosuficiencia Regional".

En Argentina, el ticket de créditos es la tercera "moneda" más popular después del dólar y el peso. Se calcula que circulan créditos por un valor de 600 millones de dólares.

En nuestro país, en la Región de la Araucanía, los créditos en circulación son 45 mil, cantidad equivalente a 13 millones 500 mil pesos.


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