Textilería mapuche al mundo
Las mujeres
mapuches trabajan la lana desde la esquila, el hilado, el teñido
con elementos naturales y el tejido a telar.
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TEMUCO .- Una iniciativa que impulsa
la Fundación Chol- Chol James Ward Mundell para el Desarrollo Humano,
ubicada en el sector Rengalil de la comuna de Temuco, permitirá
a las más de 400 mujeres mapuches y jefas de hogar que trabajan
con esta institución, mejorar considerablemente su economía,
sin alterar la histórica expresión cultural de trabajar la
lana hasta formar una manta o un chamal.
A fines del 2001, una delegación
compuesta por artesanos de la Fundación Chol-Chol, la Universidad
Católica de Temuco y directivos de la Fundación Chol-Chol
con sede en Rengalil viajaron a los Estados Unidos, gracias a la generoso
aporte de los pasajes, por parte de la aerolínea lan Chile. El objetivo
del viaje, difundir con los propios autores de las distintas manifestaciones
artísticas de la cultura mapuche como la orfebrería, textilería
y cestería en distintos espacios de varias ciudades de ese país.
Con el patrocinio de la Embajada
Chilena, el apoyo de la directiva de la Fundación en Estados Unidos
y el auspicio de la empresa privada, la estadía en el país
del norte logró sus objetivos, tanto que dos artesanos mapuche que
no se incluyeron en el primer viaje: Juan Antonio Painecura, orfebre de
reconocida trayectoria y Anita Paillamil, joven tejedora de gran habilidad
y acabados conocimientos, fueron solicitados por el Smithsonian Museum
con sede en Washington D.C. para explicar el significado de algunas piezas
mapuches presentes en ese lugar.
AL MUNDO
A esa solicitud de participación
de artesanos mapuches realizada por uno de los museos más grandes
de la capital norteamericana, se agregan otros resultados igualmente positivos
que implicarán un redefinición de los objetivos de trabajo
que por años ha realizado la Fundación Chol- Chol con las
comunidades mapuche de Nueva Imperial y alrededores, específicamente
con las mujeres tejedoras.
La postulación y posterior
aprobación de dos proyectos: Penetración al mercado estadounidense
y Prospección del mercado canadiense financiados a través
de Pro Chile brindará a la institución una nueva dinámica
tendiente a captar nuevos mercados pero cautelando sigilosamente el trabajo
de las artesanas, las cuales plasman en la lana la sabiduría y conocimiento
de su cultura.
La Fundación Chol-Chol, suma
en la actualidad un total de 600 mujeres que trabajan con la institución
en distintas áreas: textilería, ganadería, cultivo
de hortalizas, floricultura, costuras, conservería.
Sin restar importancia a las demás
áreas, es la textilería la que le ha otorgado a la Fundación
un reconocimiento nacional e internacional, ya que el trabajo realizado
con las casi 400 mujeres mapuche que se dedican a este rubro y que la Fundación
ha apoyado el proceso de recuperar con las tejedoras y valorar en el público,
las formas históricas y culturales de trabajar la lana desde la
esquila, el hilado, el teñido con elementos naturales y el tejido
a telar.
Precisamente, fue la textilería
la que acaparó la mayor atención de los estadounidenses cuando
la Fundación y los artesanos realizaron el viaje en noviembre pasado
y la que, en sus distintas manifestaciones permitiría abrir nuevos
nichos de comercialización. En función de esta experiencia,
la Fundación presentó los proyectos a Pro Chile los que fueron
aprobados y publicados hace sólo unas semanas. "La textilería
es el producto con el cual la Fundación tiene más experiencia
y con el cual se han logrado mejores resultados. Nuestra visita produjo
ventas superiores a 10 millones de pesos en sólo nueve días
de exposición, lo que iguala a los ingresos de un año de
ventas en Chile. Constantemente escuchamos decir que los productos estaban
demasiados baratos y la apreciación por el público nos confirmó
que tenemos productos con un alto potencial para ese mercado", explica
Marnie Schilken, Directora de la Fundación Chol- Chol e integrante
de la delegación.
En el caso del mercado canadiense
se pretende lograr un conocimiento acabado de éste y a partir de
ahí generar los medios necesarios para penetrarlo y ser capaces
de responder a sus requerimientos. "Con la detección de necesidades
que se realicen en estos mercados la Fundación no pretende intervenir
ni alterar las formas en que las mujeres tejedoras realizan su trabajo,
es decir se pretende conservar toda la representación simbólica
existente en los telares, por ejemplo", agrega la Directora de la Fundación.
BENEFICIOS
No está demás preguntarse
cuáles serán los beneficios que obtendrán las mujeres
tejedoras en este nuevo proceso al que entrará la Fundación.
Para ello es necesario entender la
dinámica con la cual ha funcionado hasta hoy. La textilería
ha sido dividida en dos etapas: La primera, obtención de la materia
prima (lana) donde la Fundación creó un fondo de crédito,
mediante el cual la artesana recibe de la Fundación la lana que
necesita para tejer. Una vez que la señora vende la prenda que tejió,
el crédito puede ir siendo cancelado en cuotas. La segunda etapa
es la venta, para lo cual se creó el fondo rotatorio: el que permite
que la Fundación compre a las artesanas sus productos: Mantas, lamas,
chales, etc. a un precio que sea justo por el trabajo realizado y los pone
a la venta agregando los costos de administración e impuestos, una
vez que ese producto se logra comercializar, el dinero vuelve al fondo
y se utiliza para comprarle productos a otra artesana.
La Directora de la Fundación
explica que la exportación de la textilería significa dinamizar
todo un proceso "esto sin duda traerá múltiples beneficios
para las artesanas, por un lado los precios aumentan ya que estarán
tazados en dólares y se trata de un mercado formal, lo cual aumenta
para ellas la producción y por ende el poder adquisitivo lo que
se traduce e una mejora sustancial de la economía familiar. Las
tejedoras y lo que ellas plasman en su textilería, continúan
siendo las protagonistas en este proceso, la Fundación está
abriendo nuevas fronteras".
EL PROYECTO
Además de los contactos generados
en la reciente visita a Estados Unidos, la aprobación de los proyectos
financiados por Pro Chile se traducen en viajes a estos dos países.
Preparar estos viajes implicará la preparación de folletería
y la selección de productos para su exhibición, además
de una serie de otros cambios a nivel interno dentro de la propia Fundación
que ha creado áreas orientadas al marketing y la gestión
de recursos.
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