CONCEPCION. - El intendente (s) regional, Juan Carlos Coronata, fue una de las autoridades que encabezó ayer en Cañete el funeral del indigente quemado por una pandilla de drogadictos, Bernardo Melipán.
Antes de la ceremonia fúnebre se efectuó en la sede regional de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) un sencillo acto en el que estuvieron presentes representantes del gobierno local y dirigentes de organizaciones mapuches.
El párroco de la zona, Luis Morales, se negó a recibir los restos del vagabundo, gesto que fue calificado de "poco humanitario" por el el director regional de la Conadi, Luis Huincache.
Manifestó Huincache que existía el compromiso de velar el cuerpo del malogrado vagabundo en la parroquia de la comuna. Sin embargo, dijo, ayer se le comunicó que la iglesia no estaba disponible para recibir al indigente. Los restos de Melipán fueron trasladado antenoche a la zona luego de permanecer varios días en el Servicio Médico Legal (SML) de la zona.
El párroco de Cañete, en tanto, Luis Morales, no quiso referirse al tema en el día de ayer.
Responsabilidad
El abogado de la Conadi, Egon Matus, dijo que el párroco le comunicó a un funcionario del organismo su negativa de facilitar la iglesia, remitiéndose a indicar que no daría explicaciones y que asumía toda la responsabilidad por esa decisión.
"No es humanitario lo que el sacerdote ha hecho. La iglesia católica siempre se ha destacado por apoyar al pueblo mapuche, pero parece que esta vez no es así", dijo el director regional de la Conadi, al retirar el cuerpo de Bernardo Melipán del Servicio Médico Legal (SML), de Concepción. Desde la capital regional, la urna fue llevada hasta Cañete.
Pasadas las 16 horas de ayer, el féretro fue enterrado en el cementerio de Cañete, durante un sencillo oficio, en que estuvieron presentes los mapuches que habitan la zona.