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Es para una nena nacida hace dos años, llamada Kajfv Rayén. En un caso sin antecedentes, lo autorizó la Justicia neuquina.
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En un caso que no tiene antecedentes, la justicia neuquina autorizó que una niña (hija de padres con ascendencia mapuche) sea inscripta con un nombre que respeta la grafología elaborada por estudiosos de la lengua de los pueblos originarios de la zona, el mapudungún. La pequeña, que ahora tiene dos años, se llama Kajfv Rayén que significa Flor Azul y que se pronuncia Calfú Rayén.
El juez de Familia, Niñez y Adolescencia, Martín Gallardo, hizo lugar a la solicitud que hizo la mamá de Kajfv Rayén. La mujer, que integra un grupo que reivindica y difunde la cultura mapuche, se ha especializado en el alfabeto mapuche Ranguileo e incluso lo enseña en el centro de educación mapuche Orgvamtuleayiñ (según el Ranguileo) de esta ciudad.
"Fue una lucha muy grande y estuve a punto de renunciar; en medio de los trámites la nena se enfermó y como legalmente no tenía nombre no podía anotarla en la obra social", sostuvo Noemí Sánchez, la madre de la niña quien vive en esta ciudad.
Hasta ahora, los nombres mapuches -que se han multiplicado en todos los sectores de la comunidad- se escribían en su versión castellanizada, y de acuerdo con la interpretación que le otorga la cultura occidental española. Es el caso de nombres como Nahuel o Aylén que, junto a muchos otros, conforman una nómina que fue homologada y autorizada por la Dirección General del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.
Noemí y Orlando, los padres de la niña, fueron a la justicia porque en el Registro Civil sólo les autorizaba llamarla Calfú Rayén, una denominación que ellos no reconocen en el alfabeto mapuche Ranguileo, cuyo uso se expande entre las comunidades mapuches, rurales y urbanas de Argentina y Chile.
"El derecho a la identidad, aparte de la finalidad de conocimiento de su propio origen ni bien se nace, también tiene por finalidad el conocimiento y conservación de su realidad familiar, biológica, cultural, social, religiosa, en su lengua de origen...", expuso el titular del Juzgado de Familia 1. Para sustentar su postura el magistrado apeló a la condición de la mamá de Kajfv.
"La madre enseña el idioma y por una cuestión de coherencia intelectual y personal resulta contradictorio que inscriban a su hija con otros nombres no solicitados y deformado de su lengua de origen", se detalla en los fundamentos del fallo -dictado el año pasado- al que tuvo acceso "Río Negro".
El juez Gallardo adoptó como base y fundamento los derechos internacionales del Niño (incorporados a la Constitución Nacional) y el derecho a la identidad, tomó en cuenta el reconocimiento a los pueblos originarios y se apoyó en los términos que establece la ley 18.248 (del Nombre de las Personas) que deja en clar la libre elección de los nombres de los hijos corresponde a los padres.
"Es meridianamente clara la norma de la convención de Derechos del Niño, con rango constitucional, cuando señala que en los estados donde existan minoría étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el derecho que le corresponde", indicó el magistrado entre los considerandos.
Gallardo señaló que las personas que pertenecen a las minorías tienen derecho "a su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión o a emplear su propio idioma". En ese contexto, el juez se pregunta "¿Cómo es posible que por una resolución o reglamentación administrativa (...) se desconozcan estos derechos fundamentales del niño, del niño de origen indígena, negándole la inscripción de nacimiento?".
Y luego remató: "No puede una resolución de índole administrativa, por más consenso que contenga, dejar sin efecto derechos fundamentales que nuestra Constitución garantiza a todas las personas por igual, porque es manifiestamente inconstitucional, y (...) deberá procederse a la inscripción inmediata (de la menor)".
Noemí Sánchez cuenta que cada vez que tiene que hacer un trámite "tengo que dar una explicación larga, pero así surge el tema de conversación y así conseguimos que la gente sepa de nuestra lengua y nuestra cultura".
Dicen que la lengua suena como el alemán
Los ancestros mapuches no tuvieron escritura y por ende no han dejado testimonio gráfico sobre su acción en estas tierras antes de la llegada de los conquistadores. Lo que se sabe lo han transmitido los ancianos a su descendencia, con meticulosa dedicación dentro de su particular organización social.
En los últimos años han avanzado en la compleja misión de definir un alfabeto. Así llegaron al denominado alfabeto Ranguileo, que -básicamente- propone una escritura que intenta reflejar sus características fonológicas.
"Todo pueblo que conserva su lengua materna tiene derecho a adoptar el sistema alfabético que considere más apropiado para su escritura", definieron en sus postulados. También consideraron que "el sistema alfabético que se adopte para escribir la lengua materna atañe únicamente al pueblo hablante de ella y a nadie más por motivo alguno. La determinación de aceptarlo le corresponde sólo al pueblo ", consideraron y se dedicaron de lleno a su construcción y simultánea divulgación, no sólo puertas adentro de las comunidades.
Básicamente, el alfabeto Anselmo Ranguileo (tal era el nombre del estudioso que lo conformó) consta de 26 grafemas (signos gráficos) que corresponden a su vez a 26 fonemas (sonidos que se les otorga a esos signos). En el grafemario existen seis vocales.
Las cinco primeras (A E I 0 U ) corresponden en sus sonido con las vocales castellanas. La sexta vocal (V) representa un sonido que no existe en el castellano, similar a una "e" cerrada.
Los mapuches admiten que la mejor forma de aprender los sonidos es oyendo a una persona que sea hablante nativo, y entre otras consideraciones admiten que todos pero principalmente las mujeres, utilizan el estilo aniñado del habla cuando dirigen a niños pequeños o a mujeres ancianas. También lo hacen cuando nombran a ciertos animales o cosas apreciadas.
Entre las características que llaman la atención, los mapuches reconocen que el idioma alemán posee una pronunciación muy parecida al mapudungun. (AN)
"Es la base de la cosmovisión de los pueblos"
NEUQUEN (AN).- La madre de la pequeña Kajfv Rayen cuenta que luego del fallo que sentó jurisprudencia "muchos otros chicos mapuches se han podido inscribir tal como nosotros estudiamos nuestra lengua".
Noemí Sánchez dice que lo suyo "no fue un capricho, no podía volver atrás porque de haberlo hecho hubiera traicionado mis principios".
"Ver que muchos chicos pueden hacer el trámite sin contratiempos me da una enorme satisfacción", le dijo la mujer a este diario.
Noemí explicó que la lengua mapuche "la estamos haciendo, yo la enseño pero también la estoy aprendiendo, por eso consideramos que estos son pequeños pasos hacia adelante".
"El grafemario Ranguileo es una de las principales reivindicaciones como pueblo, es la forma forma fiel de escribir nuestro idioma, porque el idioma es la base de la cosmovisión de los pueblos", explicó la huerquén de la Coordinación de Organizaciones Mapuches, Relmú Ñamku.
La dirigente sostuvo que "la lucha por la identidad comienza por saber quiénes somos, cómo nos llamamos y por cómo se escriben nuestros nombres". En esa dirección está el fallo del juez Martín Gallardo, que consideró la "coherencia intelectual" de la solicitud (ver aparte).
Relmú contó que desde
su organización están próximos a editar un libro a
partir del cual pretenden difundir el mapudungun y el grafemario Ranguileo.
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