Sostuvo monseñor Antonio
Moreno
La violencia debe ser cortada en el momento más
oportuno
El absoluto rechazo de la Iglesia Católica a actos de violencia como los ocurridos en el Alto Biobío expresó ayer el arzobispo de Concepción monseñor Antonio Moreno.
El obispo sostuvo que la autoridad tiene la responsabilidad de resguardar el orden público, pero al mismo tiempo tiene que avanzar racionalmente, y en el marco de un diálogo concertado, en la búsqueda de soluciones a los problemas que existen en las comunidades indígenas.
Puntualizó que es reconocido por todos los sectores que hay dificultades que afectan a los pueblos originarios y es fundamental resolver estos temas ''para quitarle espacio a grupos violentistas que con esto muchas veces persiguen otros objetivos también''.
Añadió que la Iglesia en otros momentos ha hecho declaraciones que han sido convenientes y oportunas. Por otra parte, en Temuco existe el Instituto Indígena que constantemente está evaluando las situaciones, de modo que en el instante necesario puede entregar una opinión.
Expresó que la violencia debe ser cortada, ya que esto puede desatar una escalada peligrosa que resultaría más difícil de controlar.
Añadió que las autoridades del país han ido tomando conciencia de la garvedad de estos hechos y las declaraciones de los personeros de gobierno indican una mayor preocupación y la decisión de tomar las medidas que corresponda.
Insistió en que lo fundamental es lograr un diálogo que
sea efectivo para resolver los problemas que afectan a las pueblos originarios,
y reiteró que la violencia debe ser frenada oportunamente.
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