Coincidentemente la Red Latinoamericana de Represas, Ríos y Poblaciones, creada en São Paulo, en agosto de 1999 durante la consulta pública realizada por la CMR y que agrupa hoy a un creciente número de organizaciones ambientalistas, de derechos humanos, y movimientos populares de la región se unió hoy a otros grupos de todo el mundo para tomar posición con relación al futuro de las grandes represas. Estas organizaciones exigen a las agencias financiadoras de la industria de represas, incluyendo al Banco Mundial y agencias de créditos de exportación, que detengan cualquier tipo de apoyo a la construcción de nuevas mega represas.
"El Banco Mundial y el Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID) financiaron la represa de Chixoy en Guatemala, hicieron muchas promesas pero la construcción de la represa significó la masacre de mi comunidad", dijo Carlos Chen, Maya-Achí del Comité de Viudas y Huérfanos de Rabinal, Guatemala. "La vida de nuestros seres queridos no la vamos a poder recuperar nunca, pero por lo menos los bancos tienen que pagar reparaciones por los daños y las pérdidas causadas." Los grupos de la Red también están exigiendo reparaciones, sin importar el tiempo que haya pasado desde la construcción del proyecto.
"Sadi Baron, de la coordinación del Movimiento de Afectados por Represas del Brasil (MAB) que reúne a cientos de miles de afectados pregunta: "Itaparica expulsó a 40,000 personas, y 13 años después de su construcción las familias aún esperan la irrigación prometida para sus campos y sobreviven de canastas básicas donadas por el gobierno. En Tucuruí 6.500 personas fueron obligadas a vivir en pequeñas islas en el medio del embalse. Muchas familias aún esperan ser reasentadas debajo de una lona en Puerto Primavera. ¿Para quién es ese desarrollo?"
"El Brasil produce el 93% de su energía a través de hidroeléctricas. Un millón de personas ya fueron expulsadas de sus tierras para dar lugar a las grandes represas que, según datos oficiales han inundado 34 mil km2, lo que representa una superficie superior a la de Bélgica. A pesar de los daños causados el gobierno brasileño sigue con su política de promoción de la construcción de represas con los moldes de la dictadura militar, ignorando la miseria a la cual son relegadas las poblaciones afectadas por estos proyectos", concluye Baron.
"La represa Urrá acabó con el bocachico nuestra mayor fuente de proteína. Nosotros estamos desapareciendo como comunidades de pescadores. Estamos desapareciendo como el bocachico. Unirnos a los cinturones de pobreza en ciudades como Bogotá, -no, eso no es vida para nosotros. Cerca de 70,000 personas, incluyendo al Pueblo Indígena Embera-Katío -que está siendo asesinados por oponerse a la represa, han sido afectados por Urrá. Esta situación nos ha creado mucha depresión", dijo Mery Figueroa Cordero de la Asociación de Productores y Campesinos de la Ciénaga Grande de Lorica y alrededores (Asprocig), en Colombia.
"América Latina es la región con mayor nivel de exclusión. Es alarmante el aumento del índice de pobreza y de concentración de riqueza y del poder sobre el acceso a los recursos naturales. Las mega obras de infraestructura son en gran medida responsables de estos procesos que aumentan la inequidad y han contribuido a los altos niveles de corrupción en la región. Las mega represas como Itaipú y Yaciretá son ejemplos paradigmáticos de estos procesos", afirma Oscar Rivas de SOBREVIVIENCIA, Amigos de la Tierra Paraguay.
La Comisión Mundial de Represas es un cuerpo independiente respaldado por el Banco Mundial para revisar con criterio científico el rendimiento de las grandes represas y hacer recomendaciones precisas para la planificación de nuevos proyectos de agua y energía. La CMR está compuesta por 12 comisionados de diversos campos, desde Göran Lindahl, Ejecutivo Oficial de la firma gigante de ingeniería ABB, hasta Medha Patkar, activista prominente del Movimiento para Salvar el Río Narmada en la India. "Es imperativo que se garantice plenamente la incorporación de políticas y prácticas recomendadas por la CMR en los procesos de toma de decisiones y se dé participación a la sociedad civil", sostienen los activistas de La Red Latinoamericana sobre Represas, que además exigen que se revisen todos los proyectos actuales a la luz de las conclusiones del nuevo informe mundial.
El vocero argentino de la Red, Jorge Cappato expresó, "Con todos los conocimientos que hoy se tienen en términos de impacto ambiental, a nadie se le ocurriría construir una represa como Yaciretá, sin embargo nuestro gobierno en acuerdo con el de Paraguay, está decidido a elevar siete metros más el embalse, generando muchos más daños, aumentando la pobreza y arruinando la calidad de vida de los afectados". Yaciretá es uno de los casos presentados a la CMR.
A pesar de que el informe de la CMR presenta una amplia evidencia de que las represas han fracasado en sus propósitos generales y causado grandes daños, grupos de la Red critican a la Comisión cuando afirma que las represas han contribuido al desarrollo. En unísono con Medha Patkar, comisionada de la CMR: "Los problemas de las represas son un claro síntoma del fracaso del modelo predominante de desarrollo injusto y destructivo. El frecuente fracaso de las grandes represas en proveer pretendidos beneficios, tiene que ser reconocido y aceptado. No hay razón para sentir optimismo en cuanto a la posibilidad de mejorar el rendimiento de las represas y mitigar sus impactos."
La iniciativa para crear una comisión independiente nació en 1997 en Curitiba, Brasil en el Primer Encuentro Internacional de Afectados por Represas promovido por MAB, SOBREVIVENCIA, Amigos de la Tierra Paraguay, y el Grupo de Acción por el Bíobio, Chile, y que contó con representantes de más de 20 países. La Declaración de Curitiba pide suspender la construcción de nuevas represas hasta que una comisión internacional independiente conduzca una revisión completa de todas las represas financiadas o apoyadas por agencias de créditos internacionales. Debido a la presión de las organizaciones se formalizó una reunión en Gland, Suiza en 1997 con representantes de poblaciones afectadas, ambientalistas y la industria. Esto llevó a la formación de la CMR, una comisión que se propuso revisar el desempeño de las grandes represas y formular directrices para proyectos futuros.
El informe final de la CMR presenta una muy amplia evidencia de que
las grandes represas han fracasado en la producción de electricidad
a bajo costo, la provisión de agua, o el control de inundaciones
como claman sus promotores. En efecto, como demuestra el documento
de la CMR, estos megaproyectos habitualmente tienen un costo altísimo
y considerables atrasos.
- Las grandes represas han desplazado a la fuerza entre 40 y 80 millones de personas de sus casas y tierras, causando impactos que incluyen una extrema degradación de su situación económica, desintegración comunitaria, y un aumento en los problemas mentales, físicos y de alarmantes problemas agudos y crónicos de salud. Las comunidades indígenas, tribales y campesinas son las que han sufrido estos golpes con más fuerza. Las comunidades que viven aguas abajo de las represas también sufren un empeoramiento de sus condiciones de salud con el aumento de las enfermedades infecto contagiosas, sicosomáticas y degenerativas y la pérdida de recursos naturales vitales de los cuales depende su supervivencia.
- Las grandes represas han causado un enorme daño ambiental incluyendo la destrucción de la biodiversidad, la extinción de peces y otras especies acuáticas, además de pérdida de bosques, humedales y tierras cultivables.
- Los beneficios de las grandes represas han ido a parar a los sectores que concentran el poder económico y político, mientras que los sectores mayoritarios, los pobres, han tenido que pagar la mayor parte de los costos de estas obras y además han sufrido sus impactos más fuertes.
De acuerdo a estas evidencias, la CMR ha recomendado que:
- No se construya ninguna represa sin el consentimiento de las personas afectadas.
- Se cumplan evaluaciones abarcantes y participativas de las necesidades; y que las alternativas para satisfacer estas necesidades se desarrollen
- antes de emprender cualquier proyecto.
- Se priorice la maximización de la eficiencia de los sistemas de agua y energía que ya existen, antes de construir cualquier nuevo proyecto.
- Se evalúe en las represas existentes, aspectos como seguridad de las represas, y la conveniencia de su desmantelamiento.
- Se desarrollen mecanismos para reparar los daños a las comunidades afectadas y para restaurar los ecosistemas dañados por las represas.
*Oscar Rivas, Sobrevivencia - Amigos de la Tierra - Paraguay,
Asunción, Telfax 595-21-480182, coordina@sobrevivencia.org.py
*Jorge Cappato, Fundación Proteger - Coalición
Ríos Vivos, Santa Fe; Telfax 54-342-455-8520,
jcproteg@satlink.com
*Sadi Baron, Movimento de Afectados por Represas, São
Paulo, Tel: 55-11-256-0839 mnab@zaz.com.br
Noviembre 16-19 en Londres: +44 (0)774 892 1420 (móvil)
*Gabriel Rivas-Ducca, COECOCEIBA-Amigos de la Tierra Costa Rica,
San José, Costa Rica. prsj2cr@sol.racsa.co.cr
*Monti Aguirre, IRN, International Rivers Network, Berkeley Tels
1-510-848.11.55 y 1-707-869.16.37, Fax: 1-510-848.10.08, monti@irn.org
http://www.irn.org