El joven diseñador mapuche César Curitol (26 años) organiza excursiones a los volcanes Llaima, Lonquimay y Villarrica. Ciclismo de alta montaña y snowboard es el nicho empresarial que explota en esos nevados.Foto:Francisco Palma 

 
 

Estímulo étnico:
"Toqui de Plata" para mapuches emprendedores

Viernes 7 de Noviembre de 2003

Empresarios indígenas crean exitosos negocios con "sello de origen". Transforman en grito y plata el apetecido merkén, remedios y tejidos.
 

IVÁN FREDES

TEMUCO.- Olga Huenupi es madre soltera, tiene un pequeño hijo y vive en el campo, cerca de Purén. Pese a que recibió el título de técnico agrícola, la vida le dio uno más noble y picante: La "Reina del Merkén".

Hasta hace seis años, cuando tenía 30, sembraba y vendía verduras a grito pelado por las calles de su pueblo. Hasta que un día no encontró nada mejor que rescatar sus propias raíces. Entonces, volcó todas sus energías en fabricar el ají merkén, un picante y ahumado polvo rojizo considerado hoy un producto "top" y hasta una "delicatessen" en la gastronomía.

Con un préstamo de cuatro millones, otorgado por Indap, junto a su padre y un vecino, instaló una miniplanta procesadora de ese ají típicamente mapuche, que aromatizado con humo y molido con semillas de perejil, cilantro, sal y otros ingredientes tan secretos como la fórmula de la Coca Cola, vende como pan caliente en los principales restoranes del país.

Olga siempre fue emprendedora. "Tengo el orgullo de contar que nunca trabajé para nadie. Menos de empleada doméstica", recalca para dejar claro que lo suyo son los negocios.

La "Reina del Merkén", como le dicen los que saben del valor de ese ají típicamente mapuche, es una de los 32 nominados para recibir esta noche la estatuilla "El Toqui de Plata", un reconocimiento inédito que hace a los exitosos emprendedores mapuches la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) y el Ministerio de Economía.

Los postulantes a la estatuilla de plata pura, con un peso de 610 gramos, que representa el valor, el esfuerzo y la iniciativa del antiguo jefe militar de esa etnia, son todos empresarios o microempresarios exitosos, quienes, que tienen ventas anuales que van desde dos millones de pesos, como el caso de Olga Huenupi, hasta la farmacia mapuche que factura sobre 200 millones de pesos.

La iniciativa impulsada por el director de la Conadi, Aroldo Cayún, quiere destacar la capacidad emprendedora de los mapuches, para demostrar que hay gente de trabajo, esfuerzo e iniciativa, condiciones y capacidad, muy distinto del estigma de flojos, borrachos y violentos que recae prejuiciosamente sobre ellos por culpas de unos pocos.

La idea del reconocimiento es piloto en la IX Región, pero el próximo año el estímulo será extendido a todos los empresarios indígenas del país, anticipa el jefe del Departamento de Desarrollo de la Conadi, Eduardo Curilem.

Explica que la gran mayoría parte con pequeños recursos, pero que la constancia y el trabajo sistemático, al que se suma el valor agregado de que sus productos tienen raíces culturales, hacen de éstos aún más exitosos y apetecidos.

De esa forma, incluso para darles más valor a los mismos, ese organismo estudia certificar los productos con un "sello de origen".

Olga Huenupi dice que esta noche, en la cena de gala, que se efectuará en la cumbre del cerro Nielol, llegará con su producto que la ha hecho famosa en todo el país. Le pondrá sabor, olor, color y picor al banquete, que, dicho sea de paso, será a la usanza mapuche, con muday y catutos, acompañados de sonidos de cultrunes y trutucas.

Nominados

Tal como en la más glamorosa de las premiaciones del cine o la música popular, el "Toqui de Plata" cumple con el sagrado requisito de diferenciar los galardones para que no sea uno solo el que se lleve la gloria y los aplausos.

Así, en su primera versión entregará un toqui por cada una de las cinco categorías discernidas: empresario mapuche, microempresario destacado, mujer empresaria, empresa asociativa y joven empresario mapuche.

Los hay de todos.

Desde la existosa Farmacia Herbolaria Mapuche "Makemelawen" que vende 20 millones de pesos mensuales en remedios en gotas y cápsulas elaborados con hierbas medicinales y también productores y comercializadores de hortalizas, flores, plantas, muebles, tejidos, artesanías.

Asimismo, sorprenden otros mapuches dedicados al etnoturismo con relatos, a la gastronomía y al alojamiento en rucas o cabañas.

Y hasta hay un joven empresario mapuche, César Curitol, que vende el turismo invernal en los volcanes Llaima, Villarrica y Lonquimay, con excursiones y prácticas de mountainbike y snowboard extremos.
 
 


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