Ultimas protestas
Lago de 3.467 hás. embalsará aguas de central
Ralco
Un gigantesco lago artificial de 3.467 hectáreas de superficie y una profundidad aproximada a los 155 metros embalsará las aguas del río Biobío, en lo alto de la cordillera, para permitir la operación de la futura central Ralco, cuyas obras de construcción registran a la fecha un cinco por ciento de avance. En medio de la prolongada disputa por tierras pehuenches que aún no han sido traspasadas, se trabaja en la habilitación de caminos de acceso, instalación de la línea de alta tensión y oradado del túnel que desviará las aguas del río hacia la central hidroeléctrica.
En este agreste paraje del Alto Biobío, bajo milenarias araucarias y bosque nativo, se inició ayer una marcha de protesta, quizá la última, en la que unos 500 ecologistas y simpatizantes del pueblo pehuenche intentan alertar sobre la destrucción del entorno.
La obra, que en condiciones pluviométricas normales, significará un importante aporte de energía al Sistema Interconectado Central (SIC)- 570 megawatts de potencia instalada-, da ocupación en estos instantes a unas 650 personas. De ellas, 303 son pehuenches del mismo sector. En algunos meses más, cuando se intensifiquen los trabajos, laborarán allí 1.500 operarios.
Ignacio Sweet, gerente de la central Pangue ubicada unos 30 kilómetros aguas abajo, indicó que la nueva hidroeléctrica estará terminada y en condiciones de entrar en funciones, el año 2002. En estos momentos se encuentran adjudicados a la firma francesa Alstoms, los contratos para la fabricación de las turbinas, generadores y transformadores por un monto de 70 millones de dólares. En mayo venidero se adjudicará el contrato de construcción de la represa, con un costo estimado de 80 millones de dólares, pero las faenas propiamente tal se iniciarán a mediados del año próximo.
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