miércoles 30 de mayo de 2001

Torrente arrasó muro provisorio
Temporal retrasará
las obras de Ralco

El rompimiento del muro provisorio que desviaba el río Biobío, podría significar que la central hidroeléctrica Ralco entre en operaciones hasta 9 meses después de lo presupuestado, dijo ayer Héctor López, gerente general de Endesa, firma que había proyectado su ingreso al Sistema Interconectado Central para mediados del 2003.

''Aún falta una evaluación total de la situación, pues el muro que queda aún está bajo el agua, pero los retrasos podrían ir desde una semana hasta un plazo máximo de 9 meses'', previó el representante de la compañía de capitales españoles.

''Este es un lapso relativamente pequeño, sin impacto significativo sobre las obras ni tampoco en el financiamiento de ésta. El impacto mayor sería sobre el suministro futuro del país'', añadió López, quien llegó a la zona acompañado por los más altos representantes de la firma.

Entre el viernes y el domingo últimos precipitaron sobre el Alto Biobío un total de 617,8 milímetros de agua por metro cuadrado, hecho que según las estudios hidrológicos ocurriría una vez en 20 años en esa zona. Esto llevó a que el cauce por el sector creciera desde los 400 metros cúbicos por segundo -como normal para la época- a un ''peak'' de 2 mil 800 durante el domingo, lo que terminó por derribar parte de los 40 metros de rocas y piedras dispuestas por el consorcio contratista Febrag.

Las obras de la central Ralco llevan un 38% de avance en su presupuesto, que asciende a 550 millones, y son la fuente de empleo para mil 900 personas. Roberto Barahona, jefe de la construcción de la represa, señaló que es improbable que se produzcan despidos a causa de este retraso, ''pues las faenas de reparación son muchas'', añadió.

Ralco aportará al Sistema Interconectado Central un promedio anual de 3 mil 380 gigawatts/hora, lo que equivale a cerca de un 7% de la demanda energética proyectada para 2003 en el país.


©2000 todos los derechos reservados para Diario del Sur S.A.