"Después de transcurridos varios años de conflictos con el
grupo empresarial Benetton, notamos que otro ciclo termina sin respuesta, ni
de estos empresarios, ni de los gobiernos tanto provincial y nacional",
afirmaron Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir en la carta pública
difundida el 18 de diciembre. La última del año 2006, la tercera
desde que decidieron romper el silencio en que había quedado sumergido
el reclamo desde noviembre de 2004, cuando regresaron de Roma. Más allá
de que hayan desaparecido de las grandes vidrieras mediáticas, las tensiones
– en plural – entre las comunidades mapuches y el holding de Treviso
no finalizaron, las cartas desde Esquel y el viaje a Italia de dos werkenes
de la Organización Mapuche Tehuelche "11 de Octubre", en noviembre,
lo prueban.
Por Hernán Scandizzo
Porque los conflictos siguen latentes sus protagonistas tienen algo que decir. Atilio y Rosa hicieron un balance de estos más de 4 años reivindicando sus derechos sobre el Lote Santa Rosa, en Leleque. Mientras que Dina Huincaleo y Rogelio Fermín - los werkenes de Estación Leleque y Vuelta del Río que viajaron a Italia – mencionaron las gestiones realizadas en la península y se refirieron a denuncias allí presentadas: alambrados movedizos, candados que se multiplican y subordinación policial a los intereses de la Compañía Tierras del Sud Argentina / Benetton.
SANTA ROSA DEL PUELMAPU. Los caídos alambres perimetrales del predio – aquel al que ingresaron Atilio y Rosa a fines de agosto de 2002 - fueron reemplazados por otros nuevos. Hilo y varilla, todo nuevo. También han saturado esos campos con carteles de la Estancia Leleque, cual perro levanta la pata marcando territorio. Hay cambios: la vegetación nativa tapó las huellas del matrimonio, que antes se veían a lo lejos. También los plantines de pino exótico – invasivo – taparon las huellas. Pero "la esperanza es lo último que se pierde" se suele escuchar a menudo, y por trillada la frase no pierde valor para ellos, que se aferran en un acto de subsistencia. Atilio y Rosa están ahí, en la cocina de la casa de Barrio Vepam II, con ganas de hablar.
- ¿Qué evaluación hacen de estos años de lucha?
A: Como forma de evaluación podemos decir que la lucha continúa. El conflicto no ha prosperado como uno siempre apuntó, pero nuestra esperanza sigue siendo la misma. Uno se pone de vuelta en el camino de la lucha porque vuelve a encontrar los valores que tuvo en el comienzo, valores personales que nos acompañaron en un momento muy difícil. El tiempo fue pasando, la gente que nos acompañó se habrá tenido que alejar por alguna circunstancia...
El tema relacionado al conflicto y a nuestra lucha no ha sido dejado de lado por ninguna causa. Hemos descubierto que con el conflicto mucha gente empezó a tener muchísima conciencia de esta problemática, sobre todo lo que tiene que ver con nuestra cultura, por qué uno se inclina al reclamo de la tierra. Muchas veces la sociedad reclama no tan sólo por la tierra sino también lucha contra la minería, la contaminación, por los recursos naturales; todo tiene que ver con nuestro reclamo, porque es el contenido general de la tierra lo que se reclama, desde algún punto de vista [el mapuche] hace un reclamo general. Por eso tiene muchísimo sentido que ellos también se acerquen y hagan su reclamo, que para nosotros es un aporte más.
- Después del juicio y el viaje a Italia la demanda quedó en silencio,
hasta que aparecieron con una carta pública.
R: Yo pienso que fue un error viajar a Italia porque a partir de ese viaje es como que el conflicto se apagó, pero la lucha sigue, no quiere decir que hemos dejado de luchar. Como no tuvimos respuesta de Benetton decidimos hacer dos cartas recordándole que Benetton tiene una respuesta que darnos. Entonces a través de la carta esa le pedimos la respuesta pero hasta ahora no pasó nada.
A: El tema de las cartas que hayamos hecho públicas tiene mucho que ver con ese tiempo que quedó tan quieto todo el tema del conflicto. El tema fue un poco esperar a ver cuál era el accionar de Benetton referente al planteo que le hicimos del conflicto por el predio Santa Rosa.
Del tema que él decía de donación [de 7.500 has. en el paraje Piedra Parada, anunciada en noviembre de 2005 y rechazada por el gobierno chubutense se mayo 2006] a nosotros no nos mencionó en ningún momento ni tampoco mencionó el conflicto, que es el planteo específico que nosotros le hicimos en Italia. En ningún momento nosotros fuimos a mezclar las cosas, el tema de la donación es algo que se le ocurrió a ellos y salieron a difundir, no es que nosotros hayamos hecho ningún trato particular.
- Tras las dos cartas viajaste a Buenos Aires y pediste una reunión con
Luis D'Elía, que estaba al frente de la Secretaría de Tierra y
Vivienda de la Nación. ¿Qué le demandabas?
A: Yo le presenté la inquietud, si había alguna posibilidad de dialogar sobre el tema.
- De las dos cartas públicas y de la nota que le dejaron a D'Elía,
¿tuvieron alguna respuesta por parte del Estado?
A: Por parte del Estado, nada, no ha habido ningún tipo de respuesta, de ninguna manera. Lo que pasa es que las cartas se hicieron públicas un poco para que se reactive el conflicto, no era nuestra esperanza tener una respuesta positiva o negativa.
Uno de alguna manera va observando, va viendo todo lo que se ha hecho, lo que se puede llegar a hacer. Con todo el tiempo que ha pasado uno puede calmar eso que sentía mucho como ilusión de volver lo más rápido posible. Eso no quiere decir que el estado de ánimo haya cambiado, todo lo contrario, el estado de ánimo es de seguir luchando. Lo único que digo es que yo no me quiero volver viejo reclamando, si apuntamos a un objetivo esto tiene que cumplirse, porque si no siempre van quedando cosas en el aire.
- Ahora estás de nuevo en Esquel, estuviste un tiempo trabajando en la
costa.
A: Sí la situación económica mía la sigo peleando como fue siempre. Si yo estaría inclinado para el lado del Estado le estaría pidiendo limosna. Por el hecho de que me haya pasado todo esto yo tampoco me puedo quedar sentado esperando a ver quién me trae algo, cómo hago para sobrevivir.
Hay otros actores que se han agregado después de que se produjo el conflicto, nosotros hemos llegado a sentir muchísima fuerza, adquirido mucha fuerza. Y es un ejemplo de cómo nuestra raza de alguna manera sigue sintiendo lo mismo que sintieron los antepasados cuando también luchaban por sus tierras, por vivir dignamente, a su manera. Y parece que hoy se encendió una mecha que teníamos apagada, porque si nosotros descendemos de los abuelos, descendemos también de la naturaleza, de la madre, de la mapu.
LOS COLORES DEL PANÓPTICO.
El 25 de noviembre Dina y Rogelio partieron rumbo a Italia. Allí la recepción no fue la mejor, estuvieron demorados 24 horas en el aeropuerto de Roma por cuestiones migratorias, hasta que lograron seguir viaje y encontrarse con los miembros de la anfitriona Asociación Ya Basta!. Un ejemplo de cómo funciona la sociedad de control que – según denunciaron los jóvenes en Bolonia, Milán, Padua, Roma, Treviso y Venecia – el holding Benetton promueve en el noroeste de Chubut. A poco de aterrizar en Buenos Aires, un tanto sofocados por el calor de la ciudad, dieron sus impresiones del viaje y no ocultaron sus expectativas por los avances en el proyecto de instalar una radio en El Maitén.
- Tuvieron la oportunidad de contar en Italia cómo es tener de vecino
a Benetton en la Patagonia. ¿Qué imagen tienen allá de
la empresa? ¿Qué denuncias llevaron ustedes?
D: La gente de allá no conocía muy bien los temas de Benetton, para algunos era una buena persona, un buen tipo, que ayudaba. Pero no es así, nosotros donde vivimos estamos bajo alambrados, las tranqueras todas bajo llave, no tenemos dónde pasar. Actualmente tenemos nuestra escuela, que a Benetton le molesta que esté abierta [el funcionamiento de la escuela es uno de los motivos por los que esas familias siguen viviendo allí].
Ahí también comenté que está el museo mapuche [Museo del Hombre Patagónico], también que tiene el cuartel policial donde antes había una estación de servicio ['la agencia', ubicada frente del acceso a la Estancia Leleque, sobre la Ruta 40] en la que nosotros comprábamos combustible – el kerosén. Donde tiene el museo mapuche había un almacén donde nosotros sabíamos ir a comprar.
Cuando mi papá trabajaba ahí, cuando estaban los ingleses, no había tanto alambrado como ahora. Llegó el señor Benetton, alambró todo lo que vio abierto, puso bajo llave para que ninguna gente entre ni salga. Y cuando tiene que entrar la gente hacia la estación [que debe circular por un camino vecinal que atraviesa la estancia] los milicos van hacia la estación y preguntan quién era ese auto que andaba. Hace tiempo una docente de la escuela se había quebrado una muñeca, llamamos a la ambulancia y aparecieron los milicos. Cuando salgo – porque yo llamé la ambulancia – le pregunté qué pasó con la ambulancia, por qué habían venido ellos. El milico me dijo que la ambulancia no iba a entrar, iba a llegar hasta el cuartel policial y ellos se encargaban de buscar la pacienta hasta el lugar. "Nosotros tenemos orden del administrador de Benetton que la ambulancia no tiene derecho de pasar para adentro de la estación. Y todo auto que venga nosotros tenemos que vigilar qué andan haciendo."
Estamos bajo control policial, nosotros no somos un animal para que ellos nos anden controlando qué hacemos, a dónde vamos. Nosotros hace dos años que estamos reclamando para hacer un puesto sanitario y sabemos muy bien que Benetton no quiere que nosotros lo hagamos en la estación porque para él sería muy fácil sacarnos. Él quiere cerrarnos la escuela y hacer un museo turístico en la estación del ferrocarril, porque sabemos que La Trochita es muy famosa para los extranjeros que vienen a visitar y así también visitan su museo de mapuche que tiene ahí al paso de la vía del tren.
Allá donde está Benetton no se comentaba mucho qué es lo que hace, algunos pensarían que solamente compró una estancia y no alambró toda esta tierra que estaba abierta. Y Rogelio también comentó que tiene pinos plantados en todos sus cuadros. Yo antes, cuando sabía andar por ahí, no había tantos pinos como hay ahora.
-¿Qué denuncias llevaste desde Vuelta del Río?
R: Puntualmente una de las primeras inquietudes que planteamos fueron los nuevos alambrados que se han visto hace poco tiempo muy cerca de la comunidad, cosa que no es normal. Tiempo atrás se han corrido alambrados en otros lados, que delimitan la dimensión de los campos que nosotros ocupamos dentro de la comunidad.
Estaba vinculado más que nada a eso, a informar de esta situación, que es un conflicto más tener que convivir con esta multinacional. Siempre, de alguna manera, sufrimos hostigamiento por parte de la empresa. La misma empresa se encarga de hacer controlar a la gente, es un control que diariamente sufrimos. En caso de venta de animales somos controlados estrictamente por la policía, y cuando nosotros vendemos, no vendemos cantidad, vendemos lo justo para poder sustentarnos económicamente. Realmente no sé si el control es para todos o si al que económicamente está bien no lo controla nadie. Eso nos llama poderosamente la atención, porque de Río Negro se ven camiones de ganado pasando a Chubut y nadie los para.
- ¿Esos controles son en 'la agencia' o es la barrera zoofitosanitaria
de Senasa [Funbapa]?
R: Ahí más que la barrera de Senasa trabaja la policía, la barrera de Senasa está en un pueblo que se conoce como El Maitén [distante varios kilómetros]. La policía se encarga de transitar la ruta, observando la situación de los vehículos que van y, sobre todo los que están transportando animales, pararlos y ver si tienen todo en orden. Hay que llevar un montón de papeles para que puedan pasar y no sean decomisados los animales, que después – obviamente – no te lo entregan, son animales que los perdés. Más que la barrera sanitaria la policía con esta actitud trabaja para la multinacional y financiada mismo por la propia multinacional.
- Eso sucede desde que la policía se instaló donde estaba la agencia.
R: Eso empezó a suceder desde ahí, cuando el cuartel policial empezó a funcionar ahí. El patrullero recorre la ruta, yo mismo he tenido una experiencia de que la propia policía en un momento que me encontraba caminando en la ruta, me paró tratándome de 'desconocido' y mal. Digamos que no es una buena actitud para nosotros que nos traten así.
En ese caso nosotros nos encontrábamos caminando y supuestamente el propio personal de la empresa dio a conocer en el destacamento policial que venían dos personas caminando. El patrullero se acercó a nosotros y nos empezó a preguntar montones de cosas, realmente no pensábamos la indagatoria que los milicos nos podían hacer. Eso nos llamó mucho la atención, que la propia policía se encargue hasta de la gente que camina. Ya no se puede caminar tranquilo que en cualquier momento te para un patrullero policial para preguntarte qué andás haciendo. Eso nunca se había visto. No se entiende por qué tanto control con la propia gente que es de ahí.
Hicimos mención también de las grandes forestaciones con pinos muy cerca de nuestro territorio, lugares que son productivos pero si en el tiempo la empresa va a seguir con esta explotación este territorio, donde se han plantado los pinos, no se va a poder producir.
Nuestro objetivo del viaje era informar y poder profundizar más un proyecto radio que estamos llevando adelante con la Asociación, que está financiando, para lograr concluirlo. La gente se comprometió a venir a fines de febrero, marzo, a la Patagonia para ver lo que se ha hecho hasta ahora. Creemos que va a ser un gran desafío, que en el próximo año esta radio va a estar funcionando.
- Ustedes conocen a Benetton de vecino en territorio mapuche. ¿Cómo
es Benetton en su tierra?
R: Para mí fue impactante. Uno conoce que en la Patagonia tiene 900 mil hectáreas y pensaba que allá podía tener solamente su casa. Pero no es así, allá también tiene muchísimos lugares. Desde su nacimiento [la empresa] tuvo muchísimas tiendas, inclusive es dueño de los telepeajes de las autopistas y ¡los medios que está financiando!: televisión, radios, diarios. Es también por eso que no contamos con muchas posibilidades de informar. Es una empresa terriblemente grande.
En Italia se creó mucha expectativa por nuestra llegada, en diferentes
lugares la gente se acercó a saber. Gente de acá mismo, de Argentina,
que se enteró de la situación allá. Es importante que nosotros
hayamos difundido en un ámbito internacional nuestra situación.
Porque es importante que se sepa en Buenos Aires, que se sepa en la Patagonia,
pero también que se sepa en el lugar donde es la propia multinacional.
"Veríamos la forma de aprovechar sus culturas y hacer un producto
turístico más"
Hugo Panessi es el intendente de Villa La Angostura, ciudad del sur neuquino que se ha convertido en un destino turístico VIP donde los negocios inmobiliarios mueven millones de dólares, también es una ciudad donde las demandas mapuches llegaron para quedarse. Cuando el kirchnerismo hacía su armado nacional el nombre de este jefe comunal justicialista sonaba firme como punta de lanza para la batalla contra el gobernador Jorge Sobisch y sus herederos políticos. Luego otros nombres lo desplazaron. A principios de 2006 Panessi, aquel hombre K, habló con Indymedia del boom turístico-inmobiliario y dio su particularísima visión de la historia regional, el derecho y los reclamos territoriales de "los herederos de los pueblos originarios". Un testimonio sin fecha de vencimiento.
Entrevista: Javier Astrada. Edición: Colectivo Pueblos Originarios ((i)).
Entrevista Hugo Panessi, intendente de Villa La Angostura.
- ¿Hay tierras fiscales en Villa La Angostura?
HP: No, Villa La Angostura es una isla dentro del Parque Nacional. En el año
1902 [el presidente Julio A.] Roca crea la Colonia Nahuel Huapi – no existían
los Parques Nacionales. Distribuye una equis cantidad de parcelas, 625 hectáreas,
a diferentes familias en la margen norte del Nahuel Huapi, que sería
Villa La Angostura, y en la parte sur, que posteriormente sería San Carlos
de Bariloche. A partir de allí comienza una serie de loteos, es decir,
a los propietarios de estas 625 se les fue dando la potestad y ellos fueron
loteando en diferentes épocas. Y hubo gente sin duda que dejó
de pagar tasas municipales, hubo gente que dejó pagar impuestos, y puede
ser que haya gente que utilizó la vía de la Ley de Usucapión
o la Ley Veinteañal, que tomando la posesión de una tierra pacíficamente
y pagando durante equis cantidad de tiempo las tasas municipales y los impuestos
nacionales y provinciales, haya quedado como dueña de la tierra.
Yo hace 18 años que vivo acá y te puedo decir que 18 años atrás ir a vivir al monte [al cerro Belvedere]... nadie iba. La gente estaba radicada más que nada acá en el cruce. Y hace no más de 18 años de esto. Hoy en día, Emanuel Ginóbili es el ejemplo claro, él compra una tierra bastante lejos del centro – sin servicios, tiene una vista espectacular pero sin servicios – a un precio interesante, que si vos lo planteabas esto hace 10 años ni por casualidad pensabas que eso iba a valer tanto.
- ¿Había gente en el lugar viviendo?
HP: No.
- ¿No había gente?
HP: No. Ahora recientemente está habiendo este tipo de problemas. Porque
hay gente que se ha venido a vivir ahí, arrogándose de que son
mapuches, que son herederos, y se están asentando en estos lugares. Yo
como administrador de la cuestión pública me parece que la Justicia
tiene que rever esto y ver realmente quién es el dueño de la tierra:
si por Constitución, de acuerdo a la modificación del año
1994, le corresponde a estos pueblos originarios; o si le corresponde a esta
gente que – de buena o mala fe – fue comprando sucesivamente derechos
a diferentes personas.
- Por lo que cuenta se ve que ha habido un auge de la posesión de tierras
en la zona.
HP: Lo que yo creo es que hay un auge desde el punto de vista turístico
de Villa La Angostura. Villa La Angostura en los últimos 15 años
ha crecido muchísimo. Tenemos un crecimiento poblacional de un 10% anual.
Ningún lugar del país resiste mantener la infraestructura y el
equilibrio social de una comunidad con este crecimiento. Y con esto también
hay un boom inmobiliario espectacular, ¿no? La tierra que hace 10 años
vos la comprabas en 10 mil pesos, en 10 mil dólares, hoy está
60 mil dólares. Y los sueldos no han incrementado tanto.
- Por lo general son inversionistas que no son de aquí.
HP: No, no, por lo general no son de acá, no, no.
- ¿Se pobló encima de un asentamiento indígena?
HP: No, acá en realidad no hubo francamente poblaciones indígenas,
por lo menos en los últimos tiempos, del año 1900 en adelante,
antes del año 1900 posiblemente había tehuelches, había
diferentes... no soy estudioso del caso, te confieso, no soy estudioso del caso,
pero según lo que dicen algunos, habían otras tribus.
El Padre [Nicolás] Mascardi cuando vino en su momento [siglo XVII] intentó
colonizar habitantes de aquella época que estaban tanto en el margen
norte como en el sur del Nahuel Huapi y que eran nómades. Era gente que
se trasladaba con las veranadas hacia uno u otro lado, no tenían establecimientos
específicos en lugares sino que eran nómades que iban trasladándose
con su ganadería de un lado para otro de acuerdo a las circunstancias
del clima. Mascardi fue el que intentó colonizar y tender a que se radiquen
en ciertos lugares. Bueno, él falleció justamente en una de estas
embocadas de gente que no estaba de acuerdo con esto. Hay libros que incluso
testifican este tipo de comentarios.
Pero no hubo comunidades como existen en San Martín de los Andes o en
Junín, que siempre estuvieron asentadas en ese lugar y nunca se fueron.
Por diferentes motivos fueron familias, sí familias con origen indígena,
de poblaciones indígenas, que después se desintegró la
familia por diferentes razones – fundamentalmente laborales y sociales
– y fueron migrando y quedaron solamente los padres. Y estos padres optaron...
Hay una historia que me la contaron, no sé si es cierta o no: el abuelo
Paichil, el padre de todos los Paichiles, vivía solo en el campo, y un
poblador de acá que tenía un almacén de ramos generales,
a cambio de traerlo a vivir a una casa en el centro y darle de comer mientras
viva, y algunos vicios, le cambió una equis cantidad de hectáreas,
que son las que ahora están reclamando algunos de estos supuestos herederos
de este Paichil.
Paichil Antriao sería la comunidad... ¿Por qué? Porque
Roca en su momento, cuando les da las 625 hectáreas del lote pastoril
9, les da justamente a estas dos familias, Paichil Antriao, toda esa fracción.
Después las familias Paichil y la familia Antriao dividen esta propiedad
en 3 fracciones. Y después los siguientes herederos fueron vendiendo
a su manera estos derechos. Y bueno, eso hoy fijate que es en el lote pastoril
9 donde justamente se radica esto que hoy estamos hablando.
- ¿Y esta gente tenía título de propiedad?
HP: Paichil Antriao tiene un decreto del presidente Roca en el cual los determina
como poseedores de esa tierra, cuidadores poseedores de esas tierras, 625 hectáreas,
como se las dieron en su momento también a Ortiz Basualdo y a otras familias.
Pero que no se las dieron...
- Se las dan para posesión de ellos...
HP: …para cuidado.
- Ah, para cuidado...
HP: No te olvides de quién era Roca. La idea de Roca no era justamente
beneficiar a los indígenas, justamente esa no es la historia que caracteriza
a Roca. Por eso se las da para que cuiden, para que produzcan y para que vayan
colonizando, la colonia Nahuel Huapi.
- ¿Cómo reserva indígena no existe acá en la zona,
no está contemplado en ninguna parte?
HP: No, no conozco, si hubiera algo... pero yo no conozco, en el ejido de Villa
La Angostura no, no conozco.
- ¿Se puede llegar a intensificar estos conflictos? ¿Cómo
se pueden resolver?
HP: Lo que yo deseo es que la Justicia intervenga rápidamente antes de
que esto se agudice más. Si realmente esta gente que dice ser herederos
de pueblos originarios tiene su razón de ser, bueno, que se le determine
cuál es su lugar de residente, para tratar de ver cómo se puede
organizar mejor.
Yo tengo pobladores acá, del otro lado del lago, que son pobladores de más de 50 años, que siempre vivieron de la ganadería y que siempre estuvieron peleados con Parques Nacionales porque están dentro de lo que es el ejido de Parques Nacionales; y hoy en día estamos trabajando muy bien con ellos, reconvirtiendo su entidad productiva. Antes vivían de la ganadería, ahora tratamos de que vivan del turismo, que puedan ser guías turísticos de la zona del parque, que puedan llegar turistas que les dejen buenos dividendos económicos a sus familias, y que además trabajemos en la bioconservación de lo que son los Parques Nacionales.
No te olvides que acá estamos rodeados: tomando solamente del lado argentino, si sumás el Parque Nacional Nahuel Huapi y el Lanín, son más de 2 millones de hectáreas. Y si vos sumás los Parques Nacionales de Chile, estamos hablando de 5 millones de hectáreas... que podés trabajar muy bien, donde el hombre puede vivir dignamente de su trabajo y además un trabajo de conjunto de conservación y explotación del recurso.
- O sea, la idea del Municipio es empezar a reconvertir las zonas de los antiguos,
o de la gente que estaba viviendo, y también que queden dentro de las
buenos augurios que hay en la zona.
HP: Además vos fijate, lo que veo es que hay mucha gente que se está
ubicando en ese lugar y que nunca los había visto. Hace 18 años
que vivo acá. Cuando llegué al pueblo para trabajar de médico
generalista, había 2 mil habitantes, te podés imaginar que nos
conocíamos todos. Ahí arriba no vivía nadie, y ahora si
vos vas debe haber fácil 20 familias. ¿Qué son? ¿Pueblos
originarios que crecieron espontáneamente? ¿O gente que fue migrando
e instalándose ahí aprovechando esta idea de los pueblos originarios
para sacar su propio rédito o parte de la estrategia de los que luchan?
Yo creo que esto es lo peligroso de la historia, que lamentablemente por defender gente tal vez que realmente está luchando por cosas que son ciertas, por ejemplo lo que está pasando con la familia Lewis en Chubut (sic), lo que está pasando en San Martín de los Andes, aprovechando esa onda, por ahí se perjudican también ellos, porque se está tratando de tergiversar la verdad de la historia.
Creo que en algún momento hay que tratar de esclarecer esto y me parece que quien debe hacerlo y quien tiene los instrumentos para hacerlo es el Poder Judicial.
- ¿Y en este momento quién dirime el tema?
HP: Bueno, en este momento hay una demanda por parte de propietarios, de nuevos
propietarios que han comprado y hay denuncia penal porque hubo agresiones físicas
por parte de estos propietarios. En este momento está en la Justicia.
Nosotros no intervenimos siempre y cuando no haya violencia ni corte de calles
ni nada de eso. Nosotros estamos ahí trabajando y estamos bien. Ahora,
esto lamentablemente puede llegar a profundizarse más, porque estos propietarios
– tanto un propietario como el otro – van a querer de alguna u otra
forma de explotar la zona. Aparte en esa zona tenés acceso a ciertos
lugares turísticos, miradores...
- ¿En la zona del conflicto se está afectando al turismo?
HP: No tanto, pero lo afecta. Ahora, si ese lugar realmente le corresponde a
los pueblos originarios, bueno, se puede hacer un trabajo interesante desde
el punto de vista cultural y desde el punto de vista económico.
Nosotros habíamos abierto a reconvertir la actividad productiva. Primero, nuestro producto madre es el turismo. Acá venir a encontrar petróleo, u otro... Me parece que el turismo ahora es el Norte. Entonces, si hay un lugar donde realmente a estos pueblos originarios les corresponde, veríamos la forma de tratar de aprovechar sus culturas, que se asienten realmente sus culturas y que a partir de allí podamos hacer un producto turístico más de lo que es ese producto básico que es Villa La Angostura y Patagonia. ¿Porqué no? Como hacen en el norte. Yo he estado en Misiones, en las Cataratas de Iguazú, y vos tenés pueblos originarios que venden sus artesanías, que te cuentan la historia de su pueblo – lo bueno y lo malo de su historia, como lo tenemos también nosotros. Y bueno, te pasás 3 horas... Hasta podés armar un video, podés hasta vender la historia de los colonizadores, de Mascardi y compañía.
- ¿Tras todo este conflicto hay un diálogo por parte del Municipio
con las familias mapuche?
HP: No, no hay diálogo porque no hay necesidad de charlar absolutamente
nada, mientras ellos mantengan esta posición es un conflicto que no lo
tiene el Municipio, lo tienen los particulares, tanto los que dicen ser propietarios
o nuevos propietarios o los que dicen ser propietarios porque les corresponde
el derecho de pueblos originarios. Y en esto están discutiendo entre
ellos dos. El Municipio todavía no tiene intervención porque no
le corresponde. Nosotros a lo sumo somos intermediarios si es que INAI manda
fondos determinados como para que se hagan estudios de títulos, que en
un principio estuvimos de acuerdo con esto, que el Municipio podía recibir
fondos y girárselo a la comunidad o a los que sea, para que se hagan
los estudios de títulos correspondientes. Como nexo, por una cuestión
administrativa y económica, nada más. Pero la voluntad por supuesto
del Municipio es que no haya conflicto, obviamente.