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Domingo 19 de noviembre de 2006

Temuco: ciudad nacida del pueblo mapuche

Por Tania Márquez

En 1893, el ingeniero alemán Teodoro Schmidt fue el encargado de la misión topográfica y la planificación de lo que hoy es la capital regional. Al lado, la antigua calle Vicuña Mackenna.

El Temu

El arrayán, también llamado palo colorado, arrayán rojo o Temu, es un árbol de la familia Myrtaceae de hasta 20 metros de altura, cuya principal característica es su corteza rojiza, ferrugínea, que se desprende dejando pedazos más claros y sus hojas aromáticas. Es un árbol endémico de los bosques subantárticos de Chile, formando parte de la selva valdiviana.

Según los investigadores Muñoz y Hoffmann, las hojas y corteza del Temu son ligeramente astringentes, estimulantes, balsámicas, vulnerarias y modificadoras de mucosas. Las raíces astringentes se usan contra la disentería. La decocción de corteza se usa en lavatorios contra herpes y para curar úlceras. Sirve para combatir atonía y diarreas; heridas de la piel y de la boca y para tratar la leucorrea.

Además de esto sus frutos son comestibles y con ellos se puede preparar un licor.

El origen del nombre

Para contener al pueblo mapuche que por años resistió a los españoles, durante la pacificación, el ministro Manuel Recabarren ordenó levantar un fuerte albergado por el cerro Ñielol y hermoseado por el río Cautín.

Fue así como nació Temuco el 24 de febrero de 1881, una ciudad que hoy es capital regional con más de 250 mil habitantes y que lleva su nombre en honor a una planta medicinal sagrada para el pueblo mapuche.

Es quizás esa pasión que pusieron los españoles tras la Guerra del Pacífico, y obviamente la necesidad de prolongar la nación, que se levanta una ciudad como Temuco, que hoy es una de las más importantes del sur del país.

TEMUCO

La resistencia del pueblo mapuche obligó a los españoles a trasladarse tras la frontera del Bío-Bío, y fue después de 1880 cuando comenzó en todo el sur la fundación y refundación de ciudades al sur del río para así prolongar el país.

Así nació la mayoría de las ciudades de la región y entre ellas Temuco, que en Mapudungún significa "Agua de Temu", una planta medicinal que el pueblo indígena utilizaba para combatir algunos males tan crudos incluso como la úlcera.

De acuerdo con los antecedentes históricos de la ciudad, los primeros en llegar a Temuco -entre ellos Gregorio Urrutia, quien años después fundó Freire, Pucón y refundó Villarrica- levantaron un fuerte como una estrategia militar al alero del cerro Ñielol.

Según el Ministro Manuel Recabarren, éste tenía que ser un poderoso asentamiento que permitiría continuar con la llamada Pacificación, que permitiría así fundar ciudades en el sur del país.

En honor a él, en un principio se llamó fuerte Recabarren, pero tal parece que esa necesidad de conquistar de manera mucho más pactada con el pueblo mapuche, privilegiando la paz en el territorio, permitió que se bautizara el fuerte con un nombre originario del Mapudungun.

La misión no era fácil. Había que construir una ciudad con todas las comodidades que permitiera que los posteriores adelantamientos del ejército chileno contaran con los mejores lugares. Para ello, según cuentan los antepasados de Labranza, se traía la madera desde ese mismo pueblo y fue el Temu una de las privilegiadas por su color y sobre todo por su textura, tanto así que tras la llegada del ferrocarril fue posible levantar más viviendas de esa madera.

INICIO

Fueron esforzados y valientes hombres los destinados a levantar esta ciudad protegida por bellezas naturales, en el valle central y con una fuerte presencia mapuche. "En sus inicios sólo fue un fuerte con características de campamento. Nacido como consecuencia de la tarea militar emprendida por más de dos mil hombres que partieron desde Traiguén con dirección al Río Cautín. En el trayecto fundaron fuertes y construyeron caminos hasta llegar al llamado Temuco", dan cuenta fuestes históricas de la Municipalidad.

Sólo un año después de su nacimiento, se insinuaban las calles que hoy conforman en centro de la ciudad.

Fue a los pocos años de su fundación, el 15 de abril de 1888, cuando se configuraba las primeras autoridades municipales donde figuraba como alcalde José del Rosario Muñoz, y ya para el año 1893, el ingeniero alemán Teodoro Schmidt fue el encargado de la misión topográfica y la planificación de lo que hoy es esta ciudad.


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