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Sábado 12 de enero de 2008
Sonia Sotomayor |
Nuestra región se ha visto convulsionada por el mal llamado "problema mapuche", lo que influye negativamente en nuestra economía, en nuestras vidas, en la afluencia turística y en mucho más.
Hablar de un único pensamiento o estilo de vida mapuche constituye una abstracción que suele confundir a muchos, al igual que hablar de los chilenos como una unidad de pensamiento y cultura. Hay personas de la etnia mapuche que desean integrarse a la sociedad chilena, tener más oportunidades económicas y educacionales, sin descuidar su lengua, ni las costumbres y uso de sus ancestros. Otros en cambio sostienen de manera democrática sus deseos de ser reconocidos como pueblo, lo que significaría Chile dividido en dos estados. Y los menos pero más "bélicos" desean lo mismo pero en forma violenta, transgrediendo las leyes chilenas que rigen a todo el país sin excepción.
Ante este último grupo no hay que ser ingenuos, son financiados por organismos de extrema izquierda internacional, que habiendo visto que la "lucha de clases" no dio resultado para imponer el modelo marxista-leninista, buscan la destrucción del modelo neoliberal de libre mercado por el lado de incentivar, armar, financiar e instruir en modalidades "guerrilleras" a las etnias por considerar que son grupos con más elementos de unidad que sólo el económico. Tenemos miles de ejemplos: Chiapas, Eta; Ira, grupos musulmanes, etnias latinoamericanas, entre ellas algunos grupos mapuches cuyos líderes tienen foro internacional, manejan grandes fondos económicos, gozan de prebendas y de la atención de los medios de prensa. Cuando "cae" uno de ellos en la lucha en que están empeñados, los hacemos mártires y eso incrementa la euforia extremista internacional y nuestros carabineros que cumplen órdenes legales de protección son juzgados y vilipendiados.
Creo sinceramente que hay que abrir los ojos y los oídos, y despertar la inteligencia para abortar a aquellos grupos violentistas que dañan la estabilidad democrática y el desarrollo de nuestro país y regiones.