• No es posible abordar problemas sociales profundos como los que se viven en la zona de la Araucanía entre las comunidades indígenas y empresas forestales, a través de la violencia, ya sean las agresiones a predios o la represión policial, señaló diputado DC.

Recordó que en innumerables oportunidades se le ha señalado al gobierno la necesidad de una negociación tripartita entre la autoridad central, las comunidades indígenas en conflicto y los representantes de las empresas forestales, ''pues en la medida que se siga pateando hacia adelante este hecho y se actúe a través de diálogos intermitentes, a la gente se le acaba la paciencia, se siente tramitada, se frustra y vienen las medidas de fuerza como las que están ocurriendo en la Novena Región, que ponen de moda el tema, pero no significan un avance en la solución del problema''.

A juicio del parlamentario, conocedor de la zona, los últimos conflictos protagonizados por comunidades mapuches en la Novena Región y otras zonas aledañas son conflictos que han permanecido latentes por décadas y que, dependiendo de las circunstancias políticas, empiezan a aflorar con más o menos fuerza. ''Es natural, dijo, que en tiempos del régimen militar no hubiera estos problemas, pues no había ningún tipo de reclamo social, pero instalada la democracia y con mayores espacios de libertad, la gente empezó a manifestarse y si bien los gobiernos de la Concertación han propiciado diversas instancias de diálogo que hacen que esta efervescencia se calme, el problema de fondo continúa''.

Agregó que con la llegada del presidente Lagos y el acercamiento de la ministra del Mideplán Alejandra Krauss al tema, se generó un clima de diálogo distinto a lo que sucedía con el ex ministro Quintana, ''donde no se dialogaba con los movimientos en conflicto''. Por eso, este año estuvo más calmado el tiempo de espera. ''Pero, cuando van casi 10 meses de acercamiento, la gente estima que ya se ha vencido el plazo para seguir sin una solución de fondo''.

El parlamentario recalcó que si bien el gobierno ha conversado con representantes de las comunidades en conflicto, es necesario instalar una mesa de conversaciones de tres pies: el gobierno, las comunidades en conflicto y las empresas forestales, pues si bien el gobierno y los representantes de las comunidades originarias se han sentado a conversar, nunca ha llamado ni a propiciado un diálogo con las empresas forestales en conjunto con los representantes indígenas. A veces ha habido conversaciones puntuales, pero lo que hay que encarar, dijo, es la relación de muchas comunidades indígenas con empresas forestales en la Octava y Novena regiones. Este es un hecho que no se puede esconder bajo la alfombra, expresó, pues lo peor es pretender calmar la situación bajo una apariencia de calma o inmovilidad aparente, sin abordar el problema de fondo.