Durante este ataque
sacaron a niños, mujeres, jóvenes y hombres de esos domicilios
particulares y a quienes se encontraron en las calles llevándolos
esposados a la comisaría del lugar donde tomaron sus datos durante
un largo período. Tiraron tiros y hubo heridos y dejaron una secuela
de terror y miedo. Fueron torturados, pateados y golpeados sin discriminar
entre grandes y chicos, sometidos a humillaciones como por ejemplo a un
joven matrimonio a quien sacaron brutalmente de sus casas dejando en el
interior a su chiquito de dos años. Una mujer fue encañonada
con un arma en un cuarto oscuro siendo amenazada de muerte para poder declarar.
A un joven le cortaron con un cuchillo su trenza.
Los ocho detenidos actualmente están encarcelados acusados de homicidio y resistencia a la autoridad, siendo incomunicados, golpeados y torturados. Los medios de prensa y comunicación local sólo informan del policía herido. Se siente por debajo el prejuicio milenario de que el aborigen por ser tal es siempre motivo de desconfianza o una nueva oportunidad para alimentar la segregación racial hacia todos los Pueblos Originarios.
Denunciamos también el atropello realizado a nuestra hermana MAPUCHE Moira Millán de la comunidad PILLÁN MAHUIZA de Corcovado Chubut por la policía del estado provincial. Hechos que se reitera ante los cuales los organismos provinciales y nacionales no hacen valer las normativas que protegen la libre determinación de los Pueblos Originarios como el Convenio 169 de la O.I.T., artículos de las constituciones nacionales y provinciales, y de diversos organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. Desde aquí hacemos “responsables” de la seguridad de nuestros hermanos (a quienes una vez más se les ha efectuado otro acto genocida encubierto) a las autoridades gubernamentales de dichas provincias y a las respectivas autoridades nacionales.
POR TERRITORIO, JUSTICIA, AUTODETERMINACIÓN Y AUTONOMÍA DE TODOS LOS PUEBLOS Y NACIONES ORIGINARIAS.
¡Marici Weu!
¡Jallalla Tawaintisuyu!
Verónica Taboada