Por otra parte, comunidades mapuches piden al Gobierno fomento productivo, compra de tierras e incentivos en educación y salud. 
 

TEMUCO (María Angélica Venegas).- Un grupo de mapuches incendiaron un ex campamento forestal construido en el fundo Pidenco, en la localidad campesina de Lumaco, a aproximadamente 140 kilómetros de esta ciudad. 

El hecho ocurrió a las 23.30 horas del sábado pasado. Quedaron destruidas cinco casetas de madera que en su momento sirvieron de dormitorios a los obreros contratados por la empresa Bosques Arauco, propietaria del predio. 

Carabineros confirmó que existe una denuncia por el siniestro intencional. Los autores serían presuntos miembros de dos comunidades indígenas que tomaron parte en 1997 en la quema de tres camiones cargados con madera. 

DERRIBAN PUENTE 

Dentro del clima violentista imperante en la zona, indígenas supuestamente miembros de la comunidad Catrio-Ñancul de Collipulli derribaron un puente de madera en protesta por el sometimiento a proceso de tres de sus integrantes por la Fiscalía Militar, tras participar de una emboscada a carabineros en esa misma localidad la semana pasada. El incidente ocurrió en la mañana de ayer en Huapitrío, a 8 kilómetros del fundo Araucanía, perteneciente a forestal Mininco, donde el martes último medio centenar de indígenas intentó evitar la salida de camiones madereros. 

En este último hecho resultaron heridos siete carabineros, dos de los cuales recibieron impactos de perdigones en sus extremidades disparados por dos lugareños que emplearon una escopeta hechiza, y un tercero sufrió una severa contusión dorso-lumbar al ser atacado con un hacha. 

TOMA INDEFINIDA 

Unos cuarenta mapuches pertenecientes a la comunidad mapuche de Didaico, en el sector rural de Traiguén, iniciaron una toma indefinida del fundo Santa Rosa de Colpi, por peticiones de tierras. 

El fundo Santa Rosa de Colpi pertenece a la empresa Mininco y 58,4 de sus 400 hectáreas son reclamadas por otra comunidad conocida como Antonio Ñiripil. Si bien la maderera llegó a un acuerdo con la Conadi para vender dicha porción de tierra, la comunidad de Didaico exige para sí que Mininco les entrega 850 de las más de 1.500 hectáreas que posee en Traiguén. 

Mientras suceden este tipo de acciones, en el plano del diálogo entre el Gobierno y las comunidades han sido identificadas tres grandes áreas de demandas tras conversaciones con más de 120 grandes grupos de indígenas en el sur del país. El ministro Germán Quintana, de Mideplan, dijo que en orden de prioridad, las demandas apuntan al apoyo y fomento productivo, compra de tierras y salud y educación. 

En el primer aspecto se piden recursos para la adquisición de apoyo al agro (maquinarias, herramientas, semillas y fertilizantes), al tiempo que se reclama el mejoramientos de los caminos y electrificación rural. 

El tema de la compra de tierras es el que más notoriedad ha alcanzado y allí se incluyen personas que han pedido regularizar su situación, con o sin títulos de merced. El ministro Quintana hizo mención a otro fenómeno, como es que el crecimiento natural de las comunidades significa mayor demanda de tierras para las familias. 

También se pide mayor acceso a postas y consultorios rurales, pero también reclaman aumentar la valoración de la labor médica de la machi. En el aspecto educacional, estas comunidades piden el reforzamiento de la educación intercultural bilingüe, aumento de becas y oportunidades para el estudio de los jóvenes. 

Pese a que algunos integrantes sufren problemas de salud, la marcha que realizan más de 150 mapuches desde Temuco a Santiago continuará hoy con la incorporación de un grupo de pehuenches de Alto Biobío, quienes se sumarán a la caminata en Los Angeles.