INCENDIARON RETROEXCAVADORA
AVALUADA EN $ 60 MILLONES:
Nuevo Ataque
Mapuche A Campamento Forestal
Veinticinco encapuchados participaron
en el asalto, el cuarto a bienes de la empresa Mininco este año.
También fueron atacados camiones.
TEMUCO (María Angélica
Venegas).- Millonarios daños en maquinaria forestal, avaluados preliminarmente
en más de $ 60 millones, dejó un nuevo ataque mapuche a las
faenas que en el sector rural de Traiguén, en la provincia de Malleco,
mantiene desde hace dos meses la empresa forestal Mininco.
Este nuevo violento incidente se registró
en el predio Chorrillos, a menos de 24 horas de que el Gobierno anunciara
la disposición de la empresa maderera de vender 58,4 hectáreas
del fundo Santa Rosa de Colpi, que es reclamado por la comunidad Antonio
Ñiripil de Temulemu, en Traiguén.
Sin embargo, en dicho acuerdo quedaron
excluidas las comunidades Didaico y Pantano, que habitan en las proximidades
del predio, y que desde un comienzo apoyaron la reclamación de tierras
de los residentes indígenas de Temulemu.
Estos tres grupos de indígenas
representan a unas 1.500 personas que viven a orillas de los límites
de los fundos Chorrillos y Santa Rosa de Colpi, que en conjunto suman más
de 1.800 hectáreas.
Según dijo el viernes el director
nacional de Conadi, Rodrigo González, los comuneros de Pantano y
Didaico, a diferencia de los de Temulemu, no han iniciado ninguna gestión
de solicitud de tierra. Por el contrario, se han automarginado sistemáticamente
de los intentos de la autoridad por atender sus inquietudes.
En el ataque de ayer, realizado alrededor
de las 9 horas según versión de testigos, tomaron parte indígenas
de ambas comunidades, los que con sus rostros cubiertos con pasamontañas
o pañoletas y apoyados con bidones con combustibles, boleadoras
y palos protagonizaron el cuarto ataque al campamento de Mininco en lo
que va del año.
Esta vez el grupo compuesto por unos
25 jóvenes incendió una retroexcavadora que era empleada
en la construcción de un camino, en la ruta que une Traiguén-Didaico,
a unos 6 kilómetros del centro de operaciones de la empresa.
En oportunidades anteriores, encapuchados
habían intentado sin éxito quemar el campamento con casi
200 trabajadores en su interior, sabotear maquinaria especializada o bien
amedrentar a los obreros.
Ayer, los exaltados aprovecharon que
el conductor de la máquina pesada se alejara de ella unos 50 metros,
para cubrirla con bencina y prenderle fuego. Mientras ello ocurría,
uno de ellos, de aproximadamente 30 años, contextura media y rostro
cubierto, agredió a golpes al periodista del diario "La Tercera",
Fredy Palomera, quien se encontraba junto al reportero gráfico de
"El Mercurio" Francisco Palma en las inmediaciones de los incidentes.
Según relató el periodista
agredido, el atacante - que sería el mismo que a comienzos de febrero
lideró la primera y más violenta emboscada al campamento
y que en la oportunidad fue identificado por los indígenas como
el "comandante"- justificó su agresión por haber entregado
antecedentes dando cuenta de su presencia en la zona.
Tras la divulgación de fotografías
de este activista, algunos de los profesionales de la prensa que han seguido
el caso han sido amenazados por jóvenes mapuches por denunciar la
presencia de agentes ajenos a los indígenas que estarían
alentando el conflicto.
ATAQUE A DOS CAMIONES
Más tarde, un camión
tolva que transportaba ripio fue rodeado por una decena de indígenas,
los que obligaron a bajar a su chofer, y luego sustrajeron un radio transmisor
y sus llaves. Luego, otro camión que circulaba cargado de madera
fue apedreado. Su parabrisa fue destruido.
Además de los ataques a las
maquinarias, se desataron aproximadamente 50 focos de incendios en los
predios de Mininco, los que fueron controlados oportunamente por personal
de la misma maderera.
CONDENAN VIOLENCIA
Este nuevo acto violentista fue enérgicamente
condenado tanto por autoridades de Gobierno como por ejecutivos de la forestal
afectada.
El Gobernador de Malleco, Roberto Parant,
lamentó que pequeños grupos intenten desestabilizar la paz
social alcanzada en la zona y que a lo largo del tiempo se haya demostrado
que su fin no es otro que el de la violencia por la violencia.
Para Rodrigo Hermosilla, gerente de
asuntos públicos de Mininco, lo más grave del atentado de
ayer fue el descontrol en que cayeron los exaltados que en definitiva pudo
haber ocasionado más de un víctima. Comunicó que la
empresa iniciará en los tribunales las acciones necesarias con el
propósito de identificar de una vez a los protagonistas de estos
condenables hechos.
"No nos corresponde decir que son activistas
o terroristas, sino que expresar nuestra profunda preocupación por
el alto grado de coordinación y especificidad que quedó demostrado
en esta oportunidad", dijo.
Mininco, se informó, solicitará
aumentar la dotación permanente de carabineros que está en
la zona. No obstante, el gerente Hermosilla aclaró que este atentado
no cambiará la decisión de la empresa de vender la porción
de tierras acordada con el Gobierno, para atender la demanda de la comunidad
mapuche de Temulemu.
En Temuco, en tanto, el dirigente José
Llanquileo, que formaba parte del grupo de cuatro jóvenes que hasta
ayer realizaba una huelga de hambre en la sede la CUT, dijo que la violencia
vivida en la provincia de Malleco es responsabilidad del Gobierno por el
alto grado de represión que se ha ejercido contra los mapuches.
NO HAY DETENIDOS
Decenas de policías uniformados
encabezados por el prefecto de Malleco, coronel Manuel Cadenas, y el comisario
de Traiguén, Rodrigo Muñoz, iniciaron un minucioso operativo
por los bosques y comunidades para ubicar a los antisociales.
Como ha ocurrido en ocasiones anteriores,
los protagonistas de los ataques se ocultan entre las extensas superficies
de bosques o bien entre los comuneros. Hasta ayer tarde, no se había
informado de detenidos.
LIBERTAD PARA DOS UNICOS PROCESADOS
La ministra en visita que investiga
el asalto, incendio y saqueo de la hacienda Lleu Lleu, en Cañete,
María Leonor Sanhueza, dispuso pasadas las 16,30 horas de ayer,
la libertad provisional de Avelino Meñaco y su hijo Luis. Los indígenas
eran los únicos procesados por la propia jueza especial como presuntos
inculpados en la primera acción delictiva que afectó el domingo
14 de marzo al predio del empresario Osvaldo Carvajal Rondanelli.
Tras el oficio que la ministra envió
al Juzgado de Letras de Cañete, se dispuso la libertad de los miembros
de la familia Meñaco recluidos en la cárcel de Lebu, donde
desde el lunes mantenían una huelga de hambre con carácter
de indefinida. La libertad de ambos había sido solicitada la semana
pasada a la jueza especial por su abogado defensor, Roberto Celedón.
Esta petición fue rechazada por la ministra Sanhueza, ante lo cual
el profesional apeló de inmediato a la Corte de Apelaciones de Concepción.
Los alegatos que tenían que
ser vistos ayer fueron aplazados hasta el lunes por el tribunal de alzada.
En medio de esa situación se produce la sorpresiva determinación
de la ministra Sanhueza.
La noticia significó que grupos
de mapuches que mantenían huelgas de hambres en Concepción,
Temuco y Santiago con ese objetivo, las depusieron en medio de grandes
muestras de alegría.
El primer ataque al fundo de Carvajal
se había producido tras una rogativa mapuche realizada ese día.
En tanto un segundo asalto incendiario ocurrió el 26 de marzo pasado,
no existiendo detenidos por esta última acción, sino que
sólo sospechosos según confirmó el Jefe de la Octava
Zona de Carabineros, general Germán Uribe.
Ambos ataques incendiarios dejaron
pérdidas que superan los 180 millones de pesos al ser destruidos
dos galpones, maquinarias y ser saqueada la casa patronal. |