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Santiago de Chile, 25 de Julio del año 2002
Isabel Allende lidera lobby en EEUU contra la madera chilenaUn grupo de entidades medioambientalistas dirige una fuerte arremetida contra las empresas chilenas exportadoras de madera a Estados Unidos, país donde anualmente se destinan cerca de US$ 500 millones en productos ligados a este rubro. La novelista aparecerá en un aviso que será publicado en The New York Times, y en éste pedirá que los envíos nacionales se vendan con un sello de certificación ambiental. El sector forestal no criticó su actitud, pero dijo que está siendo utilizada.
Giorgio Montalbetti Con la escritora Isabel Allende a la cabeza, una serie de organizaciones ecologistas están preparando una campaña comunicacional en Estados Unidos y Europa para presionar a las empresas forestales exportadoras de Chile para que obtengan una certificación ambiental. Aprovechando la influencia mediática que la autora de Eva Luna y La Casa de los Espíritus tiene en Estados Unidos, la campaña incluirá avisos de prensa en The New York Times donde la afamada escritora será el rostro fuerte y "que serán publicados muy pronto", según comentó Malú Sierra, quien lidera la organización Defensores del Bosque. Los promotores de esta iniciativa son precisamente esta entidad -de la cual Isabel Allende forma parte- junto a Greenpeace Fundación Terram y la organización estadounidense Forest Ethics, entre otras. La idea de la campaña es exigir que la madera chilena se venda en el exterior con un sello de certificación ambiental de la Forest Stewardship Council, denominada por las siglas FSC. Según los movimientos ecologistas, esta certificación considera "una gestión ambientalmente responsable, socialmente justa y económicamente viable". Hasta la fecha,
las únicas compañías que en Chile han sido certificadas
por dicha firma norteamericana son Terranova, Forestal Bío Bío
(de Hernán Briones), Forestal Monte Aguila (del grupo Shell)
y Forestal Berango. Alerta
empresarial Aun así, los madereros están en pie de alerta ante este hecho, dado que las exportaciones a Norteamérica representan el 30% de los envíos nacionales (US$ 512 millones), mientras que Europa equivale al 19%. Los industriales piensan que más que persuasión, la acción de los ecologistas ha sido un sabotaje, ya que -según dicen- se les amenaza con boicotear sus exportaciones con el argumento de que sus productos fueron elaborados a costa de la destrucción del bosque nativo chileno. Por eso, ha enviado una carta a diversas autoridades. Ejecutivos del sector afirman que Defensores del Bosque han enviando e-mails a los principales compradores de la madera chilena a través de los cuales denuncian la no certificación de muchas de estas empresas y cómo ellas contribuyen, con la sobreexplotación, a la deforestación. En esta organización desmintieron este hecho, y aclararon que lo que han hecho es despachar cartas a 100 empresas forestales explicando su posición. Malú Sierra asegura que con la campaña "no se trata de presionar a Chile, sino que de ayudar a los bosques". Argumentó que los avisos se publican en el extranjero porque "la opinión pública es más influyente y conciente". Respecto a la participación de Isabel Allende, afirma que ella "pertenece al grupo de defensores del bosque desde hace 11 años", y aseveró que la participación de la escritora no implica su apoyo económico al tema. En tanto,
el ministro de Agricultura, Jaime Campos, aseveró ayer que la
campaña de los movimientos ecologistas "carece de fundamentos".
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