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Parte del protocolo de acuerdo propuesto a familias pehueches
Compensaciones por Central Ralco sumarán
al menos US$ 20 millones
Este plan propuesto conjuntamente por el sector público y Endesa
es voluntario, y no incluye el costo por las permutas de tierras, que son
obligatorias.
Un nuevo paquete de medidas se presentó la semana pasada a las comunidades pehuenches que serán indirectamente afectadas por la construcción de la central hidroeléctrica Ralco que Endesa está construyendo en el Alto Bío Bío.
El paquete expuesto por el gobernador de Bío Bío, Esteban Krause, contempla aportes de gobierno, pero en su mayor parte será absorbido por la eléctrica de capitales hispanos, que planea poner en funcionamiento esta unidad a fines del 2003. Trascendió que el nuevo petitorio indígena significaría un costo de $ 14 mil millones (unos US$ 20 millones).
De acuerdo a lo informado por el diario El Sur, en el plan propuesto
conjuntamente por el sector público y privado -y donde también
participó la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena
(Conadi)- se incluye la contratación de trabajadores pehuenches
en la faenas de la central. Asimismo, se contempla un aporte global de
hasta $ 130 millones para financiar actividades productivas y otras iniciativas
de tipo social. Las medidas, que son parte de un protocolo de acuerdo con
las comunidades locales, serán puestas en marcha durante el primer
semestre de este año.
Protestas
La presentación de las propuestas fue realizada en un encuentro
sostenido a 20 kilómetros de la localidad de Ralco, a raíz
de las protestas efectuadas por familias indígenas que reclamaban
el protocolo suscrito en 1998 entre el gobierno y Endesa para beneficiar
a 185 familias cuyos terrenos no serán inundados.
Krause reconoció que en el petitorio de los pehuenches
habían propuestas imposibles de cumplir. Indicó que habían
peticiones "no atendibles" como los sueldos vitalicios para las mujeres
y la tercera edad y electricidad gratis para todas las familias. "Es imposible
acceder a peticiones de ese tipo porque ningún chileno las tiene,
porque no se puede", afirmó la autoridad. Ayer, el gobernador de
la provincia concurrió nuevamente a la zona para continuar las negociaciones.
Polémica
La construcción de la central Ralco ha generado polémica
desde que fue anunciada y la viabilidad de este proyecto ha sido resuelto
en gran parte en los tribunales de justicia. La central hidráulica
involucra la inundación de cientos de hectáreas de terrenos,
donde serán construidos los embalses que proveerán del agua
necesaría para producir la energía, que en el caso de Ralco
será de 570 megawatts (MW). Esto equivale a un 9% de la capacidad
total de generación que posee actualemente el Sistema Interconectado
Central (SIC), que va desde Taltal a Chiloé.
La necesidad de contar con grandes extensiones de terreno motivó a la eléctrica a proponer un plan de reubicación para las comunidades locales, lo que implicó el establecimiento un sistema de permutas y compras, que aún no concluye. Un caso emblemático de esta negociación es el de las hermanas Berta y Nicolasa Quintremán, que aún no aceptan el traslado a otros terrenos y que podría convertirse en una verdadera piedra de tope para el desarrollo integral del proyecto.
Mientras el plan de relocalización es obligatorio, según la Ley Indígena, el protocolo de acuerdo fue asumido voluntariamente por la empresa y las autoridades.