Télam, Buenos Aires, 19 de febrero de 2002.
PARQUES NACIONALES
(Por Corina Canale) Luis Rey, un ingeniero agrónomo misionero,
flamante presidente del directorio de Parques Nacionales, declaró
que el objetivo principal de su gestión es la apertura de los parques
a los municipios, "que son la célula primaria de las sociedades",
y a las provincias.
"No queremos que en los municipios digan 'no sabemos qué
se hace en el parque'; creemos en las gestiones conjuntas y buscamos que
los vecinos participen de las decisiones y el manejo de las áreas
protegidas", dijo el funcionario.
Agregó que los municipios y los parques "no pueden
tener problemáticas distintas. El desafío es integrar los
33 parques y reservas, que abarcan 3 millones de hectáreas, a las
comunidades".
Un ejemplo es el reciente "Proyecto Araucaria", en el
Lanín, un emprendimiento de Parques, las comunidades mapuches y
la Agencia de Cooperación Internacional del gobierno de España,
que aporta 3 millones de dólares, y que incluye la titularización
de las tierras de estos pueblos dentro del área protegida.
Para Rey, "el turismo es la herramienta más rápida
para generar trabajo", y argumenta que "ahora la robótica y la informática
reemplaza a la gente. Pero un hotel sigue necesitando un cheff, mozos para
atender las mesas, gente que lave los manteles, mucamas que hagan las camas".
"Además -dijo- se pueden hacer acuerdos de pastaje
con los lugareños, para que el ganado se alimente con la biomasa.
Con esto, además de prevenir incendios, contribuimos a que no se
mueran tantos animales de hambre. Es muy interesante la simbiosis entre
lo grande y lo pequeño".
En el sector privado Rey transitó por los rubros
forestal y yerbatero, y en el sector público de su provincia desempeñó,
entre otros cargos, el de ministro de Ecología y Recursos Renovables,
único organismo oficial en su tipo del país.
Sobre la transformación de los parques durante
la última década dijo que "los primeros eran parques de frontera
creados con una visión más defensiva que conservacionista.
En cambio, ahora hay parques en todas las provincias menos en tres -Santa
Fe, Mendoza y Catamarca- sitios para los que ya tenemos proyectos".
"Esta visión cambió -explicó- porque
el fundamento de la Ley de Parques es cuidar la biodiversidad. Hay lugares
como Iguazú, donde es más fácil por las cataratas,
un atractivo que genera recursos que permiten proteger el 50 por ciento
de nuestras aves".
Hay otros sitios donde la conservación cuesta más,
"lugares que nunca serán visitados masivamente sino por interesados
en el recurso, como el Parque Nacional Copo, en Santiago del Estero, que
protege los últimos quebrachales", dijo.
La creación de nuevos parques necesita de más
guardaparques, que actualmente son 250. Parques grandes, como el Nahuel
Huapi y el Lanín, tienen buenas dotaciones, mientras que en las
215.000 hectáreas de Talampaya hay dos.
Sobre este tema, Rey expresó que "aún tenemos
problemas de presupuesto para incorporar a los últimos 20 guardaparques,
hombres y mujeres egresados del instituto de Tucumán".
"Talampaya -continuó- es un parque con una riqueza
arqueológica muy grande y con valiosos pictogramas y pinturas rupestres.
Pero de 100 turistas correctos hay uno que depreda, que se lleva piedras.
Por eso la visita turística está concesionada a los vecinos,
quienes realizan el recorrido con sus camionetas".
También hay concesiones pequeñas, como alquilar
caballos, y sólo en el Parque Iguazú la concesión
es total, a partir de una inversión privada de 15 millones de dólares.
Ese parque es visitado por 650.000 turistas por año.
El ambientalista expresó preocupación porque
a principios del siglo pasado la selva paranaense abarcaba más de
100 millones de hectáreas, ahora destruidas y reducidas a 1 por
ciento.
Rey explicó que "si miramos los últimos
mapas, marcados con los colores internacionales de los semáforos,
vemos que esta selva aparece en rojo, señal de peligro extremo,
mientras que la Amazonia está verde y con grado de peligrosidad
3".
Sobre el presupuesto informó que "tenemos dos líneas
de crédito, una un préstamo del BIR para mejorar la infraestructura
de los parques del sur, los más viejos, una línea que necesita
una contrapartida de Argentina a la que estimamos acceder".
La otra línea es una donación del Banco
Mundial para equipar a Quebrada del Condorito, en Córdoba, que protege
cóndores y pampas; Copo, en Santiago del Estero, que protege quebrachales;
Los Venados, en San Luis, que protege esa especie; San Guillermo, en San
Juan, que protege vicuñas, y Monte León, en Santa Cruz, el
primer parque costero marino de Argentina.
De su experiencia en el "Corredor Verde", Rey dijo que
"hemos sido pioneros en la integración de áreas naturales
de Argentina, Paraguay y Brasil, ya que este modelo se está usando
en reservas que están uniendo pueblos africanos, un movimiento liderado
por Nelson Mandela denominado Parque de la Paz".
El funcionario sostuvo que "la tendencia mundial es formar
corredores, como el norpatagónico, el costero marino", y proporcionarles
grandes espacios sin fronteras a animales como el yaguareté, el
tapir y el águila arpía, además de cuidar los apostaderos
que eligen misteriosamente las aves migratorias.
Rey relató la historia del aguilucho langostero,
que viene desde Canadá y se detiene a alimentarse con langostas
pampeanas. Pero un día las águilas murieron a causa de cierta
sustancia fosforada que había en los cultivos de soja. Un problema
que angustió a los canadienses y que ya se resolvió, para
reestablecer lo que llamó "buena simbiosis entre lo grande y lo
pequeño". (Télam).