Lo que sostuvo el relator de las Naciones Unidas para temas indígenas,
Rodolfo Stavenhagen, respecto a que el Estado de Chile viola los derechos
de los indígenas y que este grupo está marginado de la sociedad,
no tiene "el menor asidero ni histórico, ni jurídico y no
está de acuerdo a las leyes constitucionales que han regido a la
República desde el siglo XIX".
Así lo afirmó el académico del Departamento de Historia
de la U. de Concepción, Jaime Etchepare, quien señaló
que "nunca en Chile ha existido la discriminación racial, generada
por una estructura jurídica, como ocurrió en la antigua república
de Sudáfrica".
En el sistema legal chileno no se distingue el ciudadano descendiente de
mapuche, pehuenche, inglés, alemán, español, "si no
que existe solamente el ciudadano chileno y la ley común", expresó.
Respecto al reconocimiento legal y constitucional de los pueblos indígenas,
como lo planteó el relator de la ONU, sostuvo "¿qué
quiere hacer con ellos, mantenerlos en un lugar apartado, desde donde no
puedan salir?".
Explicó que donde existió una legislación que distingía
razas, como en Sudáfrica, lo que sucedía era que las diferentes
etnias no podían mezclarse entre sí, y por lo tanto, debían
seguir una ruta de desarrollo separada y se les destinaba una determinada
área geográfica, de la cual no podían salir. "Eso
quiere hacer este caballero (Rodolfo Stavenhagen) con los mapuches y los
pehuenches", afirmó.
Agregó que, además, una persona medianamente culta, sabe
que en Chile no existen razas puras. Los indígenas están
muy mezclados, tanto que muchos de ellos tienen apellidos españoles
y muy pocos conservan el mapudungún como lengua.
Por otra parte, Chile es un ejemplo en América en materia de integración
de sus pueblos originarios. Como ejemplo, recordó que hombres de
origen indígena han sido senadores y diputados de la República
y otros tantos notables académicos universitarios.
Agregó que en Chile, los hijos de los mapuches y pehuenches se educan
en escuelas públicas, reciben servicios de salud como cualquier
otro ciudadano, y es más, ellos también pagan sus impuestos.
Una cosa distinta, expresó, es generar leyes que mejoren la condición
de vida de las personas "y eso es bueno no sólo para los indígenas,
sino que para toda la población".
Caso Ralco
En relación a la afirmación del relator en cuanto que Ralco
era una violación a los derechos humanos, Etchepare también
criticó en duros términos a Rodolfo Stavenhagen.
Sostuvo que en este caso, hay ciudadanos chilenos descendientes de pehuenches
que en forma libre y voluntaria vendieron sus tierras. Entonces ¿dónde
está la coerción, el atropello a los derechos humanos?....o
este señor pretende que los pehuenche sean siervos de la gleba,
que no puedan abandonar las tierras donde están, que coartemos su
libertad de desplzamiento dentro del territorio de la República..". |