Nelson Riffo M.
En pleno corazón del territorio pehuenche en el Alto Biobío
y a pesar de la resistencia que ha provocado en sectores ambientalistas
del país, la central Hidroeléctrica Ralco ha comenzado a
tomar forma definitiva.
Actualmente la obra tiene un avance del 58% y los trabajos se concentran
en frentes, la presa de 155 metros de alto, la caverna de máquinas
y el túnel de aducción que tendrá 7 kilómetros
de largo.
La presa avanza diariamente a 60 centímetros y ocupará en
total un millón 500 mil metros cúbicos de cemento.
Una vez construido este muro permitirá embalsar 1.222 millones de
metros cúbicos de agua e inundará 3 mil 467 hectáreas.
Del total de agua embalsada, 797 millones de metros cúbicos son
de regulacióm esto es manejables para la generación de electricidad,
la capacidad mínima para producir energía es de 400 millones
de metros cúbicos.
Este embalse es de tipo estacional, es decir, permite traspasar aguas desde
los meses que hay exceso del recurso a aquellos en que hay escasez.
La caverna de máquinas, es el frente que mayor avance tiene, llegando
al 80% Este lugar se encuentra al interior de un cerro, tienen 45 metros
de alto, 100 metros de largo y 25 metros de ancho, lo que equivale a un
edificio de 25 pisos.
En este lugar ya están instalados los dos transformadores que fueron
trasladados en febrero y marzo desde Talcahuano hasta el Alto Biobío.
En este lugar se trabaja en la instalación de las dos turbinas y
de los generadores que producirán 3 mil 100 Giga Watt hora al año,
lo que equivale al 9% de la capacidad del Sistema Interconectado Central,
SIC.
Por último, el túnel de aducción, ubicado al interior
de un cerro de la ribera sur del río, llevará el agua desde
el embalse hasta la caverna de máquinas. Tiene un avance superior
al 50%, de los siete kilómetros que tendrá, ya se han construido
cuatro.
La energía que produzca Ralco será conducida, mediante una
línea de transmisión de 140 kilómetros, hasta la subestación
de Charrúa, ubicada cerca de Cabrero, y desde ahí al SIC. |