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Martes 2 de septiembre de 2008
Señor Director:
En su edición del domingo 31 de agosto, cuerpo D, se publicó una
entrevista a Sergio Villalobos, en la que él vuelve a la carga con sus
erróneas concepciones antropológicas acerca del pueblo mapuche.
Decir que los mapuches no existen constituye una de las arbitrarias rarezas
de este historiador (Premio Nacional...). Afirmación que él basa
en una argumentación que contradice a la teoría de la historia.
En principio no hay etnias puras en ninguna parte del mundo; eso no nos impide
afirmar que en Irlanda hay una mayor concentración de raza de origen
céltico, como la hay de raza germánica en Alemania. El mismo
pueblo de Israel, en sus orígenes, no fue una unidad étnica,
sino espiritual. Asimismo, del millón y más de mapuches que hay
en Chile, un sector considerable se sigue sintiendo como perteneciente a una
cultura milenaria, en la que se destaca una lengua, una religión, una
tradición oral de sabiduría, una tradición de oficio y
una ciencia empírica de cómo habitar la tierra integradas al
orden natural, y eso independientemente de las mezclas por las que hayan podido
pasar sus familias hoy o en el pasado.
Insistir en la pureza de la raza, como lo hace Sergio Villalobos, es generar
un falso problema. Como historiador, él debería saber que es
la cultura y no la raza la que identifica a un pueblo, y lo que nos autoriza
a decir que los mapuches existen.
Querer integrarlos a la masa amorfa de la mentalidad promedio del país,
la que por sus características psicológicas revela no estar basada
en ninguna cultura verdadera, equivale a desear la desaparición de todo
un pueblo.
GASTÓN SOUBLETTE