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2017-07-09 | Documentos de Trabajo | MapucheEl conflicto mapucheLas definiciones estrat茅gicas de la IzquierdaEste conflicto tiene adem谩s una importancia especial para la Izquierda, ya que las distintas soluciones que en su seno se propugnen no solo posiciona a tal o cual organizaci贸n ante el problema, sino que tambi茅n separa aguas entre sus expresiones revolucionarias y las de raigambre peque帽oburguesa. En efecto, cualquiera sea la soluci贸n que se propugne, esta necesariamente descansa de una u otra forma en una concepci贸n espec铆fica del Estado: qu茅 es, cu谩l es su rol en las sociedades capitalistas, las fuerzas que le dan origen en el contexto del capitalismo chileno, los actores que deben ponerse en movimiento para solucionar el conflicto, entre otras.
Origenes del Conflicto Tal como se desarrolla hoy, el conflicto arranca en la segunda mitad del siglo XIX, con el comienzo de la transici贸n de la econom铆a colonial a la capitalista. En aquella 茅poca en el norte del pa铆s se inicia la gran explotaci贸n minera comandada por el capital extranjero, lo que signific贸 un reordenamiento del conjunto social en vistas a la adaptaci贸n a la nueva realidad econ贸mico-productiva impuesta por la penetraci贸n del capital for谩neo. Dentro de este cuadro se explica la decisi贸n del Estado de dar inicio a la 聯pacificaci贸n聰 de La Araucan铆a, forma que adopt贸 el proceso de acumulaci贸n originaria en el pa铆s. El objetivo de esta acci贸n militar fue la incorporaci贸n del pueblo mapuche a la naciente formaci贸n social capitalista chilena. Para ese prop贸sito era indispensable destruir la base comunitaria sobre la que se erig铆a la sociedad mapuche, introduciendo en ella las relaciones de propiedad. Seg煤n consta en el plan dise帽ado por Cornelio Saavedra, y expuesto en 1861 al ministro de la Guerra de la 茅poca, uno de los objetivos era la 聯subdivisi贸n i enajenaci贸n de los terrenos del Estado comprendidos entre el Malleco i el B铆o B铆o聰. As铆 la subordinaci贸n del pueblo mapuche era concebida sobre todo como delimitaci贸n de los derechos de propiedad sobre la tierra. Se pretend铆a reducir al mapuche a la condici贸n de propietario privado, rompiendo los lazos comunitarios que alojaban en el seno de su organizaci贸n social. La 聯pacificaci贸n聰 de La Araucan铆a fue la pol铆tica espec铆fica emprendida por el joven Estado chileno para consolidar las bases de la moderna sociedad capitalista en el sur del territorio. La zona constitu铆a para ese entonces la retaguardia del capitalismo chileno. La industrializaci贸n del norte requer铆a la incorporaci贸n del sur como abastecedor de materias primas y alimentos. Este episodio constituye el punto de inflexi贸n en la subordinaci贸n definitiva del pueblo mapuche al Estado chileno. El proceso de transici贸n de un modo de producci贸n a otro fue el tel贸n de fondo de la tragedia, explicando el giro de la pol铆tica estatal en este periodo en relaci贸n al trato dado a este pueblo durante los 煤ltimos tiempos de la Colonia y los primeros a帽os de la Rep煤blica. En efecto, a pesar del enfrentamiento b茅lico durante el periodo de conquista, la Corona espa帽ola -forzada por la resistencia mapuche- tuvo que reconocer (Parlamento de Quil铆n) la independencia, con la correspondiente autonom铆a y soberan铆a territorial del pueblo mapuche; condici贸n que continu贸 siendo reconocida al principio de la vida republicana. La raz贸n que posibilit贸 la coexistencia entre la sociedad ind铆gena y la colonial estaba en el car谩cter no capitalista sobre la que se sustentaba dicha relaci贸n. En la base material de la sociedad colonial estaba ausente la naturaleza inherentemente expansiva del capital. La unidad productiva fundamental era la hacienda y no la empresa capitalista. Mientras el objetivo principal de la primera era la producci贸n para el autoabastecimiento, con una vocaci贸n mercantil de segundo orden, la segunda, en cambio, busca incesantemente la expansi贸n de sus ganancias monetarias. Esta diferencia es crucial para entender el cambio de car谩cter que adquiri贸 el conflicto en La Araucan铆a una vez que se iniciara la transici贸n capitalista en Chile, ya que como certeramente destacaba Rosa Luxemburgo, el capitalismo tiende 聯a eliminar a todas las dem谩s formas econ贸micas; (聟) no tolera la coexistencia de ninguna otra聰. Solo la tenaz resistencia del pueblo mapuche lo salv贸 del tr谩gico destino que corrieron los pueblos patag贸nicos del extremo sur del pa铆s. Esto tambi茅n explica el porqu茅 el conflicto ha recrudecido en las 煤ltimas d茅cadas con la intensificaci贸n de la explotaci贸n rentista de los recursos naturales. El cuadro actual Constantemente salen a luz hechos de violencia en el Wallmapu. La radicalizaci贸n no solo viene desde la resistencia mapuche, sino tambi茅n desde la vereda burguesa: el gran empresariado y sus distintas expresiones pol铆ticas apelan cada vez m谩s a la violencia. En dicha l铆nea, y al igual que ayer, la peque帽a burgues铆a camionera act煤a como grupo de choque fascistoide del gran capital, demandando del Estado mayores grados represivos como forma de soluci贸n. La reivindicaci贸n territorial del pueblo mapuche se torna insoluble en el actual escenario pol铆tico-social, generando los grados de radicalidad que se observan, ya que choca directamente con los intereses de una de las fracciones m谩s importantes sobre las que descansa el patr贸n de acumulaci贸n vigente: la gran explotaci贸n forestal. Caracter铆sticos de esta son grupos familiares de enorme poder e influencia pol铆tica como los Angelini y Matte. Esta es la raz贸n del porqu茅 el problema de la naci贸n mapuche no puede ser resuelto sin desalojar previamente al actual bloque dominante del poder. Para una soluci贸n dentro del marco burgu茅s tendr铆a que ocurrir una situaci贸n de tal naturaleza que obligara a la burgues铆a, en pos de sus intereses generales, a sacrificar los intereses particulares del capital forestal, algo que no parece posible. La otra opci贸n es la revolucionaria, o sea la sustituci贸n misma de la dominaci贸n burguesa. Distinto ser铆a si el conflicto estuviera acotado a una disputa con los resabios de la antigua oligarqu铆a comercial-terrateniente, ayer latifundistas y eufem铆sticamente llamados hoy 聯parceleros聰 o 聯agricultores聰 por la prensa del gran capital. Solo en dichas condiciones la pol铆tica de compra de terrenos por el Estado y transferencia a las comunidades mapuches, unida a ciertos cambios pol铆tico-institucionales, podr铆a eventualmente resolver dicho conflicto en el marco de la dominaci贸n clasista de la burgues铆a. Pero definitivamente este no es el caso. Por ejemplo, la propuesta que el ex intendente de la regi贸n de La Araucan铆a, Francisco Huenchumilla, elabor贸 para abordar el conflicto en la zona precisamente distingu铆a entre tierras de empresas forestales y de 聯agricultores聰(1). En relaci贸n a las tierras de las grandes empresas forestales propon铆a la separaci贸n entre la propiedad de la tierra y la de las plantaciones. As铆, se establec铆a el traspaso de la propiedad de la tierra a las comunidades a condici贸n de que el destino de la cosecha deb铆a ir a las empresas forestales, despu茅s de lo cual las comunidades quedaban en libertad de determinar las nuevas plantaciones y su destino. Sin embargo, al no asegurarle a la industria forestal un control efectivo del proceso productivo y un suministro constante de materias primas, la propuesta resultaba inviable para los intereses del gran capital actuante en la zona. Finalmente el intendente Huenchumilla termin贸 siendo removido del cargo, y la propaganda que algunos sectores en la Izquierda levantaron sobre el supuesto nuevo trato hacia la naci贸n mapuche que el gobierno de la Nueva Mayor铆a inauguraba, qued贸 como uno m谩s de sus disparates. Definiciones en la izquierda Hace poco, diversos medios reprodujeron la carta en que el ex jesuita Luis Garc铆a-Huidobro emplazaba a Beatriz S谩nchez, candidata presidencial del Frente Amplio, por sus ins铆pidos planteamientos sobre el conflicto mapuche(2). Lo en茅rgico y contundente de la misiva puso al descubierto dos cuestiones: En primer lugar, desnud贸 la miseria pol铆tica de las expresiones peque帽oburguesas de la Izquierda, cuyo horizonte program谩tico no rebasa los marcos de la sociedad burguesa(3). A pesar de toda la fraseolog铆a sobre un 聯nuevo modelo productivo聰 y 聯una forma distinta de entender el crecimiento聰 la 煤nica soluci贸n que a fin de cuentas pueden ofrecer estas expresiones, y las del progresismo burgu茅s en general, es la reducci贸n del pueblo mapuche a la condici贸n de an茅cdota cultural. La reciente petici贸n de perd贸n al pueblo mapuche de la presidenta Bachelet por los 聯errores聰 (sic) cometidos por el Estado y su anuncio de establecer un d铆a feriado en honor a los pueblos originarios, se enmarcan precisamente en esa l铆nea. Mucha pirotecnia se podr谩 hacer: desde izar en los gobiernos regionales la bandera de la naci贸n mapuche junto a la chilena, escribir la se帽al茅tica de los servicios p煤blicos en mapudung煤n y ense帽arlo en las escuelas, hasta elevar a rango constitucional el reconocimiento de los pueblos originarios y declarar plurinacional al Estado chileno; pero mientras el problema territorial siga sin ser resuelto los t茅rminos fundamentales del conflicto seguir谩n en pie. En segundo lugar, puso de manifiesto la 煤nica soluci贸n justa posible del conflicto, y que debe ser adoptada sin vacilaciones ni ambig眉edades por el conjunto de la Izquierda. Esta soluci贸n no puede ser sino el retiro de todas las fuerzas de ocupaci贸n del Estado en el Wallmapu -terrotorio mapuche- y el reconocimiento del derecho del pueblo mapuche a darse la organizaci贸n pol铆tico-administrativa que estime conveniente. Este es el contenido concreto de la reivindicaci贸n de soberan铆a y autonom铆a para el pueblo mapuche sobre el cual las clases trabajadores y el pueblo chileno deben educarse pol铆ticamente. Perspectivas Ahora bien, una soluci贸n no basta solo con ser postulada, tambi茅n hay que explicar -y tener claro- cu谩les son las condiciones materiales que se requieren para su realizaci贸n. Una de las cuestiones que se deben dilucidar dice relaci贸n con la soluci贸n de la cuesti贸n territorial, que pasa previamente por la sustituci贸n de la dominaci贸n del gran capital. 驴Tiene la lucha del pueblo mapuche por s铆 sola la fuerza suficiente para desafiar el poder de este? No, no la tiene. Sin duda la lucha del pueblo mapuche es la expresi贸n m谩s avanzada de las luchas populares en Chile. Ha desarrollado capacidades pol铆tico-organizativas de control territorial, de sabotaje al gran capital que opera en Wallmapu y de enfrentamiento con las fuerzas de ocupaci贸n del Estado que resguardan los derechos de propiedad de aqu茅l. No obstante lo anterior, el conflicto se encuentra acotado territorialmente a ciertas zonas del sur del pa铆s y no aparece como una contradicci贸n transversal que pueda subvertir las bases de la formaci贸n social chilena en su conjunto. Seg煤n el Censo 2002 el n煤mero de personas que pertenec铆a al pueblo mapuche ascendi贸 a 604.349, lo que representaba un 4% de la poblaci贸n del pa铆s. Este porcentaje era significativamente m谩s elevado en la Regi贸n de La Araucan铆a, alcanzando cerca de un 25%(4). Por otra parte, la poblaci贸n mapuche muestra un fuerte proceso de desarraigo. La mayor parte resid铆a en zonas urbanas (62,4%), con las inevitables consecuencias que esto conlleva: debilitamiento de los lazos con las comunidades de origen, p茅rdida de tradiciones culturales y del uso del mapudung煤n. En otras palabras, existe una asimilaci贸n consumada del pueblo mapuche en la sociedad chilena, especialmente en sus sectores populares. Por esta raz贸n es imposible concebir la emancipaci贸n del pueblo mapuche desligada de las luchas de las clases trabajadoras. Es por lo dem谩s el mismo gran capital el que despoja al pueblo mapuche de sus tierras y que sobreexplota a los trabajadores; es el mismo Estado que reprime salvajemente al mapuche y que resguarda los derechos de propiedad del capital frente a las demandas de los trabajadores. Incluso alcanzando su liberaci贸n, el destino del pueblo mapuche seguir谩 ligado al de la clase trabajadora. La extrema pobreza que campea en el Wallmapu producto del despojo territorial y explotaci贸n capitalista hace que la completa separaci贸n de la naci贸n mapuche con respecto al Estado chileno resulte poco posible. Lo m谩s probable es que se establezca una mancomuni贸n entre la organizaci贸n pol铆tica que el pueblo mapuche adopte y el Estado chileno, en vistas a resarcir el da帽o hist贸rico perpetrado por las clases dominantes. Naturalmente esta relaci贸n se dar谩 en t茅rminos completamente distintos a los actuales, ya que trat谩ndose de un Estado de otra naturaleza social, ya no ser谩 la relaci贸n colonial que hoy conocemos. Por otra parte el Wallmapu podr铆a llegar a constituirse en un teatro de operaciones privilegiado para el reagrupamiento de fuerzas de las clases trabajadoras frente a una eventual reacci贸n burguesa. Esto siempre y cuando los trabajadores le demuestren con hechos, no con gestos ni con declaraciones, al pueblo mapuche el compromiso con su emancipaci贸n. Por ello ser谩 indispensable que dentro de las primeras determinaciones de las fuerzas socialistas en el poder sea asegurar la soberan铆a del pueblo mapuche, solo as铆 se puede forjar una s贸lida alianza entre este y las clases trabajadoras. Las tareas de la Izquierda en esta perspectiva son inscribir a fuego en su programa la reivindicaci贸n de la liberaci贸n del pueblo mapuche, asentar firmemente sus organizaciones en las clases trabajadoras y levantar un poderoso movimiento de masas anclado en dichas clases. Notas (1) V茅ase la minuta elaborada por Huenchumilla: Propuesta al gobierno respecto de la situaci贸n de la Regi贸n de La Araucan铆a. (2) V茅ase Luis Garc铆a-Huidobro: 聯Dejen que el movimiento mapuche gobierne su pa铆s聰, Punto FinalN掳 875. (3) Para un an谩lisis sobre la naturaleza social del proyecto frenteamplista v茅ase Punto Final N掳 872. (4) Seg煤n cifras no oficiales del Censo 2012 la poblaci贸n que dijo pertenecer al pueblo mapuche alcanz贸 1.508.722 personas (9,1%). En la Regi贸n de La Araucan铆a representaba 35,6% del total de habitantes. Agradezco a la compa帽era Marta Sogas por esta informaci贸n. Por Sebasti谩n Zarricueta Cabieses Fuente: Punto Final |
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