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2017-08-09 | Antecedentes | IndigenaDerechos indÃgenas no pasan del papel a la acciónEl comunicado fue divulgado en conjunto por el presidente del Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones IndÃgenas, el Mecanismo de Expertos de la ONU sobre Derechos de los Pueblos IndÃgenas y la relatora especial de la ONU para los derechos de los pueblos indÃgenas.
Los Estados deben pasar de las palabras a la acción para terminar con la discriminación, la exclusión y la falta de protección, esto último se evidencia en el alto número de asesinatos de defensores de derechos humanos, reclamaron antes del DÃa Internacional de los Pueblos IndÃgenas, que se conmemora este 9 de agosto. âYa pasaron 10 años desde que la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos IndÃgenas, el instrumento internacional más completo sobre derechos humanos de los pueblos indÃgenasâ, recuerdan expertos y especialistas. âLa declaración, que llevó más de 20 años de negociaciones, es en la actualidad un modelo de progreso, un marco para la reconciliación y una referencia en materia de derechosâ, reza el comunicado. Pero una década después, tenemos que reconocer los grandes desafÃos que quedan por delante. Las dificultades que afrontan en la actualidad son, en demasiados casos, luchas y violaciones más graves que las que sufrieron hace 10 años. Los indÃgenas todavÃa soportan racismo, discriminación y un acceso desigual a servicios básicos, como atención médica y educación. Y en los casos en que hay datos, se ve claramente que siguen rezagados en muchos frentes, sufriendo un grado de pobreza desproporcionadamente elevado, menor esperanza de vida y peores resultados en materia educativa. Los indÃgenas sufren dificultades particularmente graves por la pérdida de tierras y de derechos sobre los recursos, que son la base de sus estilos de vida y de sus identidades culturales. Y las mujeres indÃgenas sufren una doble discriminación, por su condición de mujer y de indÃgena. Suelen quedar excluidas de los procesos de decisión y de derechos sobre la tierra, y muchas son vÃctimas de violencia. Los especialistas piden a todos los estados que garanticen a las indÃgenas el pleno goce de sus derechos, tal como está consagrado en la declaración, y subrayan que sus derechos son una preocupación de todos. El agravamiento de la situación de los derechos humanos en el mundo se hace patente en las condiciones laborales extremas y arriesgadas en las que trabajan los indÃgenas defensores de los derechos humanos. Las personas y las comunidades que se atreven a defender los derechos indÃgenas son tildados de obstáculos para el progreso, fuerzas contra el desarrollo y, en algunos casos, enemigos del Estado o terroristas. Incluso, los activistas indÃgenas arriesgan su vida. Hay datos que revelan que solo en 2016, unos 281 defensores de derechos humanos habrÃan sido asesinados en 25 paÃses, más del doble de los que mataron en 2014. La mitad de ellos murieron defendiendo sus derechos a la tierra, al ambiente y a su cultura. Urgimos a los Estados a proteger a los defensores de derechos humanos indÃgenas. Los delitos de los que son vÃctimas deben investigarse y procesarse debidamente, y los responsables comparecer ante la justicia. Los indÃgenas se ven envueltos cada vez más en conflictos por sus tierras, recursos y derechos. La paz duradera exige que los Estados, con apoyo de la comunidad internacional, creen mecanismos de resolución de conflictos con la total y efectiva participación de los pueblos autóctonos, y en particular las mujeres. Muchos paÃses todavÃa no reconocen a los pueblos indÃgenas, y en particular, las mujeres y los jóvenes carecen de reconocimiento oficial y de participación polÃtica directa. Aun donde rige el Estado de derecho, todavÃa no se ha implementado totalmente la declaración de la ONU. Ya es hora de reconocer y de fortalecer las formas de gobernanza y de representación propias de los indÃgenas para crear un diálogo constructivo y relacionarse con las autoridades nacionales e internacionales, funcionarios públicos y sector privado. Es necesario alcanzar estándares mÃnimos para la supervivencia, el bienestar y la dignidad de los indÃgenas en todo el mundo, como quedó establecido en la declaración de la ONU. Ese mÃnimo contempla el derecho a la identidad, a la lengua, a la salud, a la educación y a la auodeterminación, además del deber de los Estados de consultar y de cooperar con los pueblos indÃgenas para obtener el consentimiento previo, libre e informado antes de adoptar e implementar medidas que puedan afectarlos. La declaración de la ONU representa cambios importantes, tanto en la estructura como en la práctica de la polÃtica mundial, y en los últimos 10 años hubo algunos cambios positivos en la situación de los pueblos indÃgenas, asà como un mayor respeto por ellos en todo el mundo. âPero todavÃa nos queda mucho por hacer antes de que los indÃgenas puedan estar en pleno goce de sus derechos humanos, como lo expresa la declaración. Exhortamos a los Estados a achicar la brecha entre las palabras y las acciones y a actuar para lograr la equidad y el pleno goce de sus derechos para todas las personas de origen indÃgenaâ, reza el comunicado. âââââââââââââââââââââ Por Mariam Wallet Aboubakrine, Albert K. Barume, y Victoria Tauli-Corpuz (*) *Mariam Wallet Aboubakrine, presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones IndÃgenas, Albert K. Barume, presidente del Mecanismo de Expertos de la ONU sobre Derechos de los Pueblos IndÃgenas, y Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial para los derechos de los pueblos indÃgenas. Fuente: Naciones Unidas |
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